Revista Mendive, enero-marzo, 2016; 14(1)
La orientación profesional en la especialidad Gestión del Capital Humano
The professional orientation in the specialty Administration of the Human Capital
Amelia Milagro López Martínez1, Juan Alberto Mena Lorenzo2
1Licenciada en Educación, especialidad Economía. Politécnico «Rigoberto Fuentes Pérez». Pinar del Río.
2Licenciado en Educación, especialidad Construcción de Maquinarias, Ingeniero Mecánico, Máster en Pedagogía Profesional, Dr. C Pedagógicas.
Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saiz Montes de Oca». Correo electrónico: juan.mena@upr.edu.cu
Recibido: 12 de febrero 2016.
Aprobado: 17 de marzo 2016.
RESUMEN
En el artículo se aborda uno de los problemas más significativos de la Educación Técnica y Profesional (ETP): la orientación hacia las profesiones, para formar un profesional en correspondencia con las exigencias sociales y laborales actuales. Se realiza una aproximación a la evolución histórica del referido proceso, así como se examinan antecedentes y fundamentos teóricos del fenómeno en la ETP y en la especialidad Gestión del Capital Humano, sobre bases de la Dialéctica-Materialista, la Pedagogía General, la Pedagogía de la ETP en particular y la situación del proceso en el Centro Politécnico Rigoberto Fuentes Pérez.
Palabras clave: Orientación profesional, Educación Técnica y Profesional, Gestión del Capital Humano.
ABSTRACT
In the article it is approached one of the most significant problems in the Technical Education and Professional (ETP): the orientation toward the professions, to form a professional in correspondence to the current social and labor demands. Is carried out an approach to the historical evolution of the referred process, as well as antecedents and theoretical foundations of the phenomenon are examined in the ETP and in the Administration of the Human Capital specialty, on bases of the Dialectical-Materialistic one, the General Pedagogy, the Pedagogy of the ETP in particular and the situation of the process in the Polytechnic Center Rigoberto Fuentes Pérez.
Key words: Vocational guidance, Technical Education and Professional, Administration of the Human Capital.
Acercamiento a la historia de la orientación profesional en la especialidad Gestión del Capital Humano
A pesar de que la orientación hacia la profesión ha sido uno de los problemas más debatidos durante los últimos años, realizar un acercamiento a este proceso en la especialidad de nivel medio Gestión del Capital Humano, obliga a estudiar este proceso de modo general, toda vez que la situación ha tenido características similares en toda la Educación Técnica y Profesional (ETP).
Por lo general, todos los países del mundo desarrollados o no - incluyen este tema como elemento prioritario de sus sistemas educativos; para ello se valen de institutos, cátedras, laboratorios, centros de investigación y orientación, cuyo principal objetivo es buscar causas y brindar soluciones a las insuficiencias que este importante tema requiere para la sociedad actual.
La orientación, como actividad formal y científicamente fundamentada, comienza a instituirse en el ámbito mundial dentro del proceso educativo a inicios del siglo XX.
Esta situación, fue el resultado de un doble condicionamiento. De un lado, los crecientes avances tecnológicos y científicos de la época, conllevan al surgimiento de un determinado grupo de necesidades asociadas a la práctica profesional del hombre, diversificándose de modo creciente el número de puestos de trabajos y su complejidad para desempeñarlos. Esto hace que crezca la necesidad de la formación profesional en una gama de ocupaciones cada vez más amplia. (Mena, J. A. 2008)
Por otra parte, comienzan a tomar auge los paradigmas educativos del pensamiento moderno y liberal, que apuntaban en esencia al desarrollo de las potencialidades del hombre, como ser activo y transformador de la realidad y de sí mismo, como ser capaz de convertirse en el principal artífice de su propio destino. Estos dos elementos asociados: el surgimiento y necesidad de las profesiones y el desarrollo de la pedagogía para formarlas, hace que vaya creciendo la necesidad de una orientación de los niños y adolescentes hacia su estudio.
En la búsqueda realizada sobre el surgimiento y desarrollo histórico de la orientación profesional en Cuba, arrojó algunos elementos que permiten a los autores afirmar que los orígenes de la actividad de orientación profesional se encuentran en el pensamiento de los grandes pedagogos cubanos del siglo XIX, «quienes, abogaron por una educación más racional y de carácter científico experimental». (Cerezal, J 2000: 9).
Ya en los años de la seudorepública «algunas instituciones privadas realizaron trabajos de selección profesional y en menor medida orientación profesional individual». (MINED, 1981: 198)
Sin embargo, no fue hasta el triunfo de la Revolución en que la orientación profesional se institucionalizó en Cuba; surgiendo como resultado las transformaciones ocurridas en el terreno social y educacional.
Según Torres, J. (2003) y Morejón, J. P. (2009), la imperiosa necesidad de formar obreros, fundamentalmente técnicos de nivel medio que fueran fieles al proceso revolucionario y que entendieran las tareas que tenía el país ante sí, a consecuencia del pujante desarrollo económico, determinaron el surgimiento de planes encaminados al desarrollo de intereses hacía las más diversas especialidades.
Este elemento también marco el desarrollo de la orientación profesional en las escuelas politécnicas. Prácticamente, desde el mismo inicio de la ETP revolucionaria con la construcción y entrega al MINED de numerosas instalaciones para escuelas técnicas, también surgen los procesos de orientación hacia las especialidades que allí se estudiaban.
En correspondencia con este acontecimiento, el Ministerio de educación (MINED) elabora e implementa, en 1963, un plan nacional de actividades vocacionales para fomentar la formación de los intereses y las capacidades de los estudiantes primarios y medios hacía varias especialidades priorizadas, introduciendo los círculos de interés científico - técnicos.
La programación y organización de esta directiva requirió la participación de todos los centros docentes del MINED y de la sociedad en su conjunto. A tal efecto se necesitaba ofrecer información a los estudiantes, sobre las distintas carreras de estudio y los centros donde se cursaban; estos materiales divulgativos ofrecían a los estudiantes de nivel medio ideas generales del trabajo del técnico medio y del obrero calificado.
Sin embargo, no fue hasta el 1er Congreso de Educación y Cultura (1971) en que se inicia una nueva etapa en el desarrollo educacional del país. En él se discutió ampliamente el asunto de la educación laboral de la juventud y el desarrollo de su orientación profesional. (Morejón, J. P. 2009)
Como resultado del congreso se señaló «la necesidad de:
· Establecer relaciones constantes entre los centros docentes y las empresas de producción,
· la necesidad económica y la importancia social de la conjugación del estudio con el trabajo productivo,
· la importancia del fortalecimiento de la relación entre la preparación técnica teórica y la enseñanza práctica,
· la necesidad de dar a conocer las necesidades de preparación técnica y profesional que requería el país.» (kolesnikov, N. 1983:253)
Estos elementos ya reflejan un impulso notable al proceso de perfeccionamiento en el subsistema de la ETP, desarrollado en el quinquenio 1976-1980. Con el objetivo de industrializar el país (1975) se profundiza en la necesidad de la ETP y en la redefinición de las estructuras de las especialidades.
Ello implica la elaboración de los nuevos planes de estudio, con la inclusión de contenidos generales y básicos orientados hacia la formación profesional. Como consecuencia de toda esta transformación, se requiere de manera imperiosa cubrir las demandas de las nuevas escuelas politécnicas, lo que exige un trabajo de orientación en las educaciones precedentes.
El problema es de tal magnitud que el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba (1975) consideró la cuestión de la formación vocacional y la orientación profesional como una problemática no solucionada en la educación y considera como un «débil trabajo de Formación Vocacional y Orientación Profesional» (PCC, 1975:19)
Como respuesta a ello, el MINED indica metodológicamente en el curso 1978-1979, la creación de las comisiones para el trabajo vocacional en todos los centros educacionales del país. De este modo, se trataba de garantizar las condiciones objetivas y subjetivas para una planificación, organización, realización, control y evaluación de las actividades de orientación profesional con la masividad y calidad exigida que garantizara el ingreso de los adolescentes a los centros de la ETP.
A tales efectos, se crea la Comisión para el Trabajo Vocacional en cada centro docente conformado los planes de trabajo de en este sentido sobre la base de las coordinaciones que realizan con las empresas y con los centros de producción y los servicios (MINED, 1978). De acuerdo a estas orientaciones, cada politécnico es el principal gestor de su plan de trabajo y sobre esta base, será el principal responsable de la realización del trabajo de orientación profesional.
Pero, según el criterio de estos autores, el mayor impulso lo da el acuerdo número 63 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, con fecha 4 de marzo de 1980, sobre formación vocacional y orientación profesional. A tenor de este acuerdo, el MINED dictó la reglamentación necesaria a través de la Resolución Ministerial número 18 de 1981.
Según estas reglamentaciones, todos los Organismos de la Administración Central del Estado (OACE) quedaron obligados a participar regularmente en las actividades vocacionales, previendo todas las tareas que debían realizar sus empresas con los escolares. La supervisión del trabajo de los organismos correspondía al Ministerio de Educación, en tanto « la formación vocacional y la orientación profesional son partes integrantes del proceso docente educativo por lo que la escuela constituye el núcleo fundamental de esta actividad» (MINED, 1981: 5)
Dando continuidad a esta prioridad, en 1983 se puso en vigor la Resolución Ministerial número 93. La misma tuvo el objetivo de normar, en un documento metodológico único, los aspectos organizativos y metodológicos para la planificación, organización, realización, control y evaluación de la actividades vocacionales que realizan las empresas, los organismos de la producción y los servicios, los Órganos Locales del Poder Popular, las Direcciones Provinciales y Municipales de Educación y los centros docentes.
Particularmente un vigoroso impulso en la actividad de orientación profesional se logró en Pinar del Río, a partir de las modificaciones de las estructuras de las especialidades efectuadas en la ETP en el curso escolar 1984-1985.
La estrecha coordinación surgida entre el MINED y los OACE permitió realizar un trabajo eficiente en la captación de los estudiantes, labor que se mantuvo durante toda la década de 1990. Sin embargo esta actividad estaba dirigida solamente a la «captación de estudiantes en el 9no grado, lo que si bien resultaba positivo no estaba precedido de un sistema de acciones desde los primeros grados de la escuela primaria. Como resultado se lograba cumplir el plan de ingreso, mas no existía eficiencia durante el ciclo, lo que afectaba la relación ingreso egreso.» (Morejón, J. P. 2009: 16)
Esta labor se mantuvo durante la primera década del siglo XXI. En el año 2009, las necesidades nacionales y territoriales de la economía y la sociedad hace que surja la especialidad de Gestión del Capital Humano. Si bien los ingresos a esta especialidad no han presentado dificultades a pesar de que se han mantenido las mismas deficiencias señaladas con anterioridad, relacionadas con la falta de sistematicidad en las acciones del programa de orientación profesional y formación vocacional, los estudiantes llegan a las escuelas politécnicas sin conocer ni siquiera mínimamente la especialidad.
Es preciso señalar que aunque el estudio de la formación profesional dentro de la escuela politécnica ha sido poco abordado hasta el momento, ya en el año 2009, Morejón, J. P. hace importantes aportes en este sentido para la especialidad Construcción Civil. Este autor señala un grupo de insuficiencias comunes en cualquier especialidad, de la que no escapa la de Gestión del Capital Humano.
Este recorrido histórico relacionado con el desarrollo de la orientación profesional de la ETP permitió descubrir por un lado, que hasta la fecha han sido insuficientes los esfuerzos realizados en pos de orientar adecuadamente los alumnos desde las edades más tempranas hacia les especialidades Técnico profesionales. En este sentido, los estudiantes llegan a las escuelas politécnicas sin tener conocimientos de qué, por qué y para qué van a estudiar una determinada especialidad, lo que atribuye una falta de motivación inicial.
Por otro lado, tampoco ha sido significativo el trabajo realizado dentro de las escuelas politécnicas aprovechando las potencialidades existentes para enamorar al estudiante de su especialidad, lo que influye negativamente manifestando modos de actuación de os alumnos que llegan incluso a la deserción escolar.
Como resultado se manifiesta una necesidad creciente de un proceso de orientación profesional que garantice permanente y sistemáticamente los elementos objetivos y subjetivos para despertar el interés de los estudiantes por las especialidades técnicas desde las edades más tempranas y en la propia ETP una vez realizado el ingreso a las escuelas politécnicas.
La orientación profesional como parte del proceso de la ETP
La Pedagogía de la ETP estudia la esencia, regularidades y tendencias del proceso de formación profesional continua de los profesionales de nivel medio. En virtud de ello, el proceso de ETP continua del trabajador constituye su objeto de estudio. Este se define como «proceso conscientemente dirigido de ETPl de un trabajador competente, portador de cultura general, política - ideológica, económica- productiva y tecnológica que le permita su mejoramiento continuo y la integración plena a la construcción del proyecto socialista cubano; proceso que tiene lugar bajo las condiciones específicas de la integración Escuela Politécnica- Entidad Productiva» (Abreu, R., 2004: 83)
Si se tiene en cuenta que ser un profesional competente incluye poseer conciencia proletaria, valores relacionados con el amor al trabajo, a la profesión, a la clase obrera y sus tradiciones revolucionarias, además del dominio de las capacidades científico técnicas, se advertirá la importancia que representa lograr en los estudiantes una fuerte motivación por su especialidad y una sólida orientación profesional.
En el orden general Del Pino J, L, y Fernández, S. consideran la orientación profesional como un sistema de medidas científicamente fundamentadas, dirigidas a concretar «la relación de ayuda que se establece con el estudiante para facilitar el proceso de desarrollo de la identidad profesional del mismo, a través de diferentes técnicas y vías integradas al proceso educativo general, según la etapa evolutiva y la situación específica en que se encuentra» (Del Pino y Fernández, 2005:.27).
Tener en cuenta esta definición significa entender a la orientación profesional hacia las especialidades técnicas y específicamente hacia la especialidad Gestión del Capital humano, como un proceso que se desarrolla por etapas durante toda la vida escolar del estudiante, por lo que el mismo deberá estar caracterizado por una estrecha interrelación entre los diferentes tipos de educaciones.
De este modo la orientación profesional deberá tener en cuanta diferentes momentos como:
I.- Desarrollo de intereses en la educación preescolar y primaria
II.- Desarrollo de motivos profesionales y proceso de elección profesional en la secundaria básica.
III.- Reafirmación profesional en la escuela politécnica.
Cuando las dos primeras etapas no se desarrollan con eficiencia, el acceso a la especialidad Gestión del Capital Humano se produce con adolescentes desmotivados o con poca información sobre la profesión a que se enfrentarán. Ello indudablemente obliga a la necesidad de reforzar la tercera etapa y desarrollar un trabajo eficiente a partir de la matrícula de los estudiantes en la escuela politécnica de la construcción.
Desde este punto de vista se hace necesario reforzar el trabajo de orientación en la tercera etapa cuando ya el estudiante está en la escuela politécnica. Es en este momento en que se debe insistir en el sistema de influencias políticas, psicológicas, pedagógicas y sociales necesarios para comenzar a dotar a los profesionales en formación con los conocimientos, sentimientos, actitudes y valores necesarios sobre la profesión, de modo que sean capaces de asumir su especialidad con plena convicción, de acuerdo con las exigencias y necesidades del país y sus intereses personales, mantenerse en ella y actuar de forma consecuente una vez graduados.
En la definición anterior, los autores referidos destacan a la orientación profesional como una relación de ayuda que se establece con el estudiante. En este trabajo la ayuda se entiende como:
Identificar y aprovechar las potencialidades de los estudiantes y del contenido profesional de cada especialidad técnica.
Estimular sentimientos de afecto y de este modo incorporar a cada estudiante como un participante activo en las acciones de la formación profesional de que se trate.
Establecer una comunicación con calidad entre los docentes, especialistas instructores y estudiantes donde prime el contexto relacionado con la formación profesional
Lograr un clima de confianza tanto en estudiantes como docentes en los resultados del trabajo que se realiza.
Es decir, este vínculo permite que el estudiante se enfrente a su propio crecimiento profesional hasta alcanzar la identidad con la profesión elegida.
La relación de ayuda, piedra angular de cualquier acción de orientación, tiene un fundamento psicológico fuerte en la definición Vigotskiana de que la educación conduce el desarrollo, operando en la zona de desarrollo próximo.
Del Pino J, L, y Fernández, S. opinan que ayudar no es sobreproteger ni sustituir al estudiante en sus tareas, en tanto lo incapacita; tampoco ayuda dejarlo solo o ignorar sus demandas. «Lo importante es ayudar al estudiante en función de aprender, crecer y resolver de forma desarrolladora sus problemas, lograr que cada decisión y actuación estimule el desarrollo de sus motivos, sentimientos y valores más positivos, que le haga sentir necesidad » (op.cit.: 22.).
Otra de las miradas oportunas es la de González, V. (1994), la que establece cuatro etapas por las que también transita el desarrollo de la orientación profesional de la personalidad, en la ETP. Ellas son:
· Etapa de la formación vocacional general.
· Etapa de la preparación para la selección profesional.
· Etapa de la formación y desarrollo de intereses y habilidades profesionales.
· Etapa de la consolidación de los intereses, conocimientos y habilidades profesionales.
En función del objeto de estudios y el problema científico, el artículo se centra en la segunda y tercera de ellas, sin embargo se insiste en la formación axiológica, pues no es posible desligar los conocimientos, las habilidades y los valores profesionales en tanto estos actúan en toda su unidad e interrelación.
Será importante entonces reforzar los motivos e intereses de los estudiantes por el contenido de la especialidad. Para analizar su verdadera naturaleza y su importancia en la formación multilateral de la personalidad, se debe dejar claro que se entiende por interés.
Gonzáles, F. lo ve como « orientación dirigida a un fin de pensamientos y acciones que reflejan las necesidades materiales y espirituales del individuo» (González, 1996: 90), así como « una de las formas de manifestación de los motivos», siendo un objeto que responde a una u otra necesidad y que, reflejado por el sujeto, conduce su actividad.
En este mismo orden de análisis se asumen por intereses profesionales «las diferentes inclinaciones que el escolar va presentando hacia determinadas profesiones u oficios durante su desarrollo físico e intelectual». (Fragoso, A y Maireles, F. 1973: 23)
Los intereses profesionales surgen y se desarrollan en la propia actividad: docente, extradocentes y extraescolar cuando el estudiante asimila conscientemente el contenido profesional y domina los procedimientos que le permiten aplicar este conocimiento en la solución de problemas profesionales
La otra categoría importante lo constituyen las necesidades y los motivos que, como centro de la personalidad condicionan sus particularidades y guían la actividad del individuo.
Buduén I. (2003), estima que el aspecto definitivo de la personalidad es su función reguladora donde las necesidades y los motivos de los procesos cognoscitivos se ven en la unidad de lo afectivo y lo cognitivo que constituye el principio teórico - metodológico para la comprensión de la personalidad como nivel regulador y superior y más organizado de lo psíquico.
En la formación y desarrollo de la motivación profesional, los conocimientos relativos a la profesión tienen que ser asimilados por los estudiantes de manera que adquieran una fuerza afectiva que tenga sentido personal para el mismo. De ese modo, el presente trabajo, aborda con más profundidad las dimensiones referidas a los intereses profesionales y la esfera cognitiva hacia la especialidad.
Rubinstein S.L. (1979), considera que el estudiante al relacionarse con su profesión recibe determinada información, que internaliza y asimila en sus operaciones reguladoras, o sea, la personaliza de acuerdo a sus motivaciones y los indicadores funcionales que se derivan de los contenidos que constituyen su vía de acción.
Estos cambios se expresan en:
· Búsqueda de conocimientos técnicos vinculados a la misma.
· Desarrollo de aspectos morales y personales que orientan la actividad a lo largo de los objetivos vinculados a la profesión.
· Desarrollo de capacidades necesarias para el desempeño profesional.
Los autores asumen el criterio de González Rey. F (1996) que define la existencia de la motivación profesional cuando el sujeto es capaz de estructurar conscientemente su motivo profesional, en las dimensiones de su vida presente y futura, basado en una elaboración y una fundamentación consciente de sus propósitos en esta esfera. (p. 32).
Se incluyen en esta formación motivacional tres aspectos:
· Conocimiento del contenido de la profesión y sus perspectivas, las posibilidades de la investigación de su objeto, su aplicabilidad social, etc.
· El vínculo afectivo con el contenido de la profesión que se manifiesta en intereses concretos y una actitud emocional positiva hacia la misma.
· Elaboración personal del contenido expresado.
Como consecuencia un aspecto esencial para la orientación profesional en la ETP será comprender el papel de la motivación y los intereses en la formación y desarrollo integral de la personalidad. El conocimiento de la profesión es efectivo en tanto es susceptible de ser aplicado, de ser utilizado en la resolución de tareas profesionales determinadas, y en la medida en que esto ocurre así, es ya un saber hacer profesional, es ya una habilidad profesional.
Por tanto desarrollar intereses, valores y motivos profesionales constituye la esencia de la orientación profesional en la escuela politécnica, donde se hace imprescindible que el estudiante desarrolle intereses hacia el contenido de la profesión y asimile conscientemente los conocimientos y habilidades profesionales esenciales para su inserción en el mundo laboral.
De esta manera se pueden considerar como etapas del proceso de orientación profesional en la escuela politécnica:
· El desarrollo de intereses, cualidades y capacidades básicas.
· El desarrollo de motivos profesionales.
· La reafirmación profesional.
La orientación profesional tributa al desarrollo de la identidad profesional en el estudiante, como un propósito vital del proceso de formación profesional.
Con la entrada del estudiante a la especialidad Gestión del Capital Humano, se hace imprescindible desarrolle intereses hacia el contenido de la profesión, asimile los conocimientos y habilidades profesionales esenciales para su inserción en el mundo laboral y se identifique plenamente con ella.
El objetivo fundamental sería el logro de la identidad profesional, al que debe contribuir todo el proceso de ETP. En este período, la orientación profesional adquiere particularidades según las vías factibles para su realización, entre las principales se pueden citar:
· La clases, fundamentalmente las relacionadas con la especialidad.
· La inserción laboral.
· El trabajo de los monitores.
· Trabajo científico estudiantil, entre otras.
Estas vías deben conformarse como un sistema, el protagonismo en uno y otro momento de alguna de ellas depende de la coyuntura concreta en que son aplicadas y de las particularidades de los orientados.
No debe orientarse hacia la profesión desde contenidos abstractos y descontextualizados. La orientación profesional como un sistema de influencias políticas, psicológicas, pedagógicas y sociales que tiene como objetivo la formación con los conocimientos, sentimientos, actitudes y valores necesarios para que sean capaces de asumir su especialidad con plena convicción, de acuerdo con las exigencias y necesidades del país y sus intereses personales, mantenerse en ella y actuar de forma consecuente una vez graduados.
Una vez comprendido lo antes descrito se define por orientación profesional en la especialidad Gestión del Capital Humano el proceso encaminado a ayudar con efectividad a los estudiantes una vez matriculados en la escuela politécnica para facilitarle el mayor nivel de información profesional posible según la etapa de desarrollo en que se encuentre y su situación social y personal concreta, aumentando con ello el interés y la motivación por la especialidad que estudian.
A modo de cierre
El recorrido histórico realizado unido a los antecedentes y referentes teóricos abordados, permite ver la orientación hacia las profesiones como un proceso pedagógico determinante. Los autores referenciados a lo largo de la historia de Cuba, fundamentalmente en el período revolucionario, ven la necesidad de desarrollar este proceso de manera integral desde las edades más tempranas, de modo que el adolescente puede elegir su profesión y acceder a ella, convencido de la utilidad de la profesión en la que va a trabajar durante el resto de su vida laboral. La orientación profesional debe constituir un proceso que, como parte del sistema educacional, se desarrolle desde las primeras edades en todas las educaciones y se refuerza en la escuela politécnica, una vez que el estudiante ha seleccionado su especialidad y accedido a ella.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS