Mendive. Revista de Educación, julio-septiembre 2025; 23(3), e4333

 

Editorial

La pedagogía profesional como vocación transformadora: homenaje desde la memoria

 

Professional pedagogy as a transformative vocation: a tribute from memory

 

A pedagogia profissional como vocação transformadora: uma homenagem da memória

 

Yudit Rovira Álvarez1 0000-0003-3232-9372 judy@upr.edu.cu
Vadim Aguilar Hernández1 0000-0003-2690-6380 vadim.aguilar@upr.edu.cu

1 Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca". Pinar del Río, Cuba.


L a tercera edición de Mendive. Revista de Educación, abre sus páginas con un propósito que nos conmueve profundamente: rendir homenaje a una de las voces más comprometidas con el pensamiento pedagógico nacional, y en particular con el desarrollo de la Pedagogía Profesional. Esta constituye parte esencial de nuestra identidad cultural. Decir que pedagogía es cultura nos recuerda que la Educación Técnica y Profesional (ETP) hunde sus raíces en una tradición propia, representada, entre otros, por figuras como José Martí Pérez, José de la Luz y Caballero y Fernando Aguado y Rico. La pedagogía profesional es fruto de la experiencia e investigación de numerosos educadores, quienes la han construido y sostenido a lo largo del tiempo. Es un proceso orientado a la formación de sujetos capaces de impulsar el desarrollo económico y social del país, como bien señalara el Dr. C. Juan Alberto Mena Lorenzo.

Su partida física deja un profundo vacío en el quehacer cotidiano de Mendive. Revista de Educación. Su pertenencia al Centro de Estudios de Ciencias de la Educación (CECEPRI) de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca" fue parte esencial de su vínculo con la revista, cuyo funcionamiento es posible gracias al trabajo conjunto entre el Centro y el equipo de editores, traductores, correctores, diseñadores y referencistas, adscritos al Sello Editorial "LiberCiencia" de la Vicerrectoría de Investigación y Posgrado. Durante más de un lustro, integró el Consejo Científico de la revista, aportando con compromiso, rigor y profundidad a la evaluación de artículos y al fortalecimiento de la calidad editorial. Su legado permanece vivo en las páginas que ayudó a construir y en el ideario pedagógico que defendió con pasión: una educación pensada como proyecto de justicia, humanidad y transformación.

Desde esa vocación, queremos situar en el centro de esta editorial una propuesta que dialoga con muchos de los principios defendidos por Mena Lorenzo: la pedagogía profesional como campo, como enfoque y como horizonte. Nos apoyamos en su obra como brújula para repensar la Universidad cubana desde el compromiso con la formación integral del ser humano y su relación dialéctica con el mundo del trabajo.

Y es que hablar de pedagogía profesional, como bien señalara Mena, se orienta inicialmente a la formación de profesionales de nivel medio y a los maestros para llevarla a cabo, pero por los avances de la ciencia y la tecnología y la necesidad de articular la formación inicial y continua del profesional, la Pedagogía Profesional se convierte en una Pedagogía de la Educación Superior, de la Superación Profesional y del Postgrado Académico; todas abordan la formación de profesionales, existiendo puntos de contacto e interpenetración y complementación entre ellas, tanto en el ámbito histórico como conceptual y de concepción.

La pedagogía profesional se enraíza en un principio que fue esencial en la vida académica y humana de Juan Alberto Mena Lorenzo: la dignidad de la educación como proyecto colectivo. No basta con que la universidad transmita saberes, se requiere la integración con las entidades laborales con igualdad de responsabilidad en la formación profesional.

En la obra defendida a través de su vida profesional, y que inspira esta editorial, se plantea con fuerza que profesionalizar no significa restringir, sino ampliar. Profesionalizar implica dotar al proceso pedagógico de una lógica integradora, donde cada componente -desde el problema profesional hasta la evaluación- se articule con los desafíos concretos que enfrentan nuestros estudiantes. Profesionalizar es, en esencia, humanizar.

También se reconoce, de forma valiente, el rol del docente como articulador de esta transformación; no puede ser un simple transmisor de contenidos: es guía, investigador, acompañante, facilitador de experiencias formativas complejas. La profesionalización del educador es una ética del compromiso, una actitud permanente de aprendizaje y una apertura al cambio. Como nos enseñó Mena Lorenzo, enseñar es un acto de amor, de lucidez y de resistencia.

En ese sentido, la integración entre la universidad y las entidades laborales debe trascender las lógicas de subordinación utilitaria. La relación con el mundo del trabajo no puede limitarse a satisfacer demandas económicas: debe convertirse en oportunidad pedagógica, en escenario para educar valores, habilidades, actitudes. Solo así la universidad se abre al mundo sin perder su esencia crítica, su papel de faro cultural y ético en la sociedad.

Hoy más que nunca, en un contexto marcado por las tensiones del mercado global, por las crisis medioambientales, por la precarización de la vida, necesitamos que la Educación Superior cubana se reconfigure como un espacio de resistencia y de construcción. Y para ello, la pedagogía profesional puede ofrecernos herramientas y fundamentos para poder estar a la altura de estos tiempos.

En el presente número se irán publicando, de manera continua, artículos resultantes del trabajo que desarrolló como tutor, junto a sus estudiantes de maestría y doctorado. Además, de manera excepcional y como homenaje, se abren secciones históricas que le rinden tributo. La sección "Pedagogos ilustres" permite un acercamiento más estrecho a su labor como profesional; la sección "Presentación de libros" divulga una obra de su autoría. El propósito general es resaltar los aportes de esta visión pedagógica, a la par que se rinde tributo a quien dedicó su vida a estas mismas luchas: el querido profesor Juan Alberto Mena Lorenzo. Su pensamiento vive en nuestras aulas, su amor por la docencia nos acompaña, y su fe inquebrantable en la universidad comprometida con la equidad social es una herencia que no vamos a traicionar.

Desde Mendive. Revista de Educación, reafirmamos el compromiso de seguir defendiendo una pedagogía que piense con cabeza propia, que sepa dialogar con el contexto, y que nunca olvide que cada estudiante es un sujeto de derechos, de sueños y de esperanzas. Ese fue el mensaje constante de Mena Lorenzo, y ese es el espíritu que anima también la pedagogía profesional.

Que este número sea, entonces, más que un homenaje: un compromiso. Un compromiso de seguir enseñando con dignidad; de seguir formando profesionales íntegros; de seguir creyendo que educar es, como dijera José Martí, "poner al hombre a nivel de su tiempo para que flote él, y no dejarlo debajo de su tiempo con lo que no podría salir a flote".

Descansa en luz, maestro. En cada saber compartido, en cada palabra que inspiraste, tu presencia perdura como un vino que nunca se agota.

 

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

 

Contribución de los autores

Los autores participaron en el diseño y redacción del editorial.

 


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