Mendive. Revista de Educación, abril-junio, 2022; 20(2): 702-714

 

Pedagogos ilustres

José Manuel Fuertes Jiménez: maestro, patriota y revolucionario

 

José Manuel Fuertes Jiménez: teacher, patriot and revolutionary

 

José Manuel Fuertes Jiménez: professor, patriota e revolucionário

 

Josefa Azel Jiménez1 https://orcid.org/0000-0001-6592-6785|
Yensy Estive Yera1 https://orcid.org/0000-0001-9629-7555

1Universidad Central "Martha Abreu", Villa Clara. josefaa@uclv.edu.cu, yensyey@uclv.cu

 

 

La vida del educador y revolucionario José Manuel Fuertes Jiménez es poco conocida, a pesar de ser un ejemplo. Supo cumplir con el encargo martiano de educar, tanto desde las aulas como desde las organizaciones políticas y sociales a las que perteneció, así como con su entrega a la patria y a la Revolución Cubana.

Educación e independencia son dos ejes paralelos de la historia nacional que se encuentran presentes en su trayectoria de educador social y en su ideal revolucionario. Su vida y obra tienen un valor extraordinario, tanto para la historia de la educación en particular, como para la historia de Cuba en general.

Infancia, adolescencia y primeros años de juventud

José Manuel Fuertes Jiménez nació el 16 de junio de 1930 en Sagua la Grande. Fue el hijo mayor y único varón del matrimonio de José Manuel Fuertes Valdés, obrero del central "Resulta" (Antonio Finalet), de Sagua la Grande, y de María Jiménez Jiménez, ama de casa. Completaban la familia Aida y María. Sus años infantiles transcurrieron igual a la de tantos hijos de trabajadores humildes. Residían en Sagua por la cercanía al central, pero los hechos internacionales y nacionales repercutieron en el ámbito doméstico.

En los últimos años de la década de 1930 hubo cambios estratégicos y tácticos a nivel mundial. Estos se manifestaron en Cuba y contribuyeron a propiciar la apertura democrática que finalmente desembocó en la Constitución de 1940. En el plano familiar, los Fuertes Jiménez también tuvieron grandes cambios existenciales, ya que en 1941 falleció José Manuel, el cabeza de familia. María y sus tres pequeños hijos abandonaron la casa de Sagua la Grande y fueron a residir a la finca "San Ramón", propiedad del abuelo materno, ubicada en Viana, barrio de Calabazar de Sagua.1

En la escuela pública rural los niños recibieron la influencia educativa de la maestra Petra Roque, quien descubrió muy pronto su inteligencia y contribuyó a que culminara sus estudios en una modesta escuela privada de Sagua la Grande. Allí cursó los grados séptimo y octavo de la Escuela Primaria Superior2, además de prepararse para los exámenes de ingreso a la Escuela Normal para Maestros de Las Villas, radicada en Santa Clara. En esos exámenes obtuvo notas excelentes y con catorce años de edad, en 1944, comenzó su formación como maestro normalista, preparación idónea para ejercer en las escuelas primarias.

Durante los años que José Manuel Fuertes permaneció en la Escuela Normal, el panorama mundial se desarrolló dentro del marco de la Segunda Guerra Mundial (1939- 1945) y los años de postguerra, caracterizados por la derrota del fascismo y la aparición de la política de guerra fría. Este panorama mundial se manifestó en Cuba, donde llegaron al poder los gobiernos auténticos. En este marco, su vida tendría cambios, saldría del ámbito familiar para proyectar sus esperanzas y su futuro. Su mayor objetivo sería terminar sus estudios de magisterio y, de esa forma, obtener un trabajo para poder asegurar la existencia familiar.

Sin embargo, ante María Jiménez y sus familiares se presentó un nuevo reto: la estancia del hijo en la Normal de Santa Clara y los gastos que debían enfrentar. El municipio de Calabazar de Sagua y el apoyo de la familia fueron de gran importancia. José Manuel Fuertes obtuvo una beca de $19.00 del Ayuntamiento y los familiares y amigos cercanos residentes en Santa Clara apoyaron su hospedaje en esa ciudad. Con grandes sacrificios familiares lograron que culminara sus estudios de magisterio y que las otras dos hijas se encauzaran en su superación.

Su estadía en la Normal de Las Villas le abrió nuevos horizontes, tanto por la rigurosidad de los estudios como por la influencia educativa que recibió por medio de sus profesores, en la mayoría influidos por la prédica martiana y con una excelente postura ciudadana. Fuertes se fue perfilando como un dirigente estudiantil, se vinculó con sus condiscípulos, que tenían ideologías diferentes, pero una meta común: lograr el bienestar de Cuba. Entre sus compañeros se destacaron Luis Peralta, Roberto Noy y Pablo Ribalta, y entre sus profesores, Gaspar Jorge García Galló.

En junio de 1948 se graduó de maestro normalista y comenzó a prepararse para presentarse al concurso de oposición para optar por una plaza de maestro, en el que obtuvo un excelente resultado. En septiembre de 1948 comenzó a trabajar en la escuela rural multígrado de la finca "Victoria", en las cercanías del central "Unidad" (Unidad Proletaria), en aquellos años, perteneciente al municipio de Calabazar de Sagua.

Como maestro no se limitó simplemente a cumplir con lo establecido por el Ministerio de Educación, ya que realizó acciones en bien de la comunidad donde se encontraba la escuela, y del municipio. Logró el mejoramiento del local de la escuela, de las comunicaciones, y el apoyo a la lucha por la construcción de un acueducto municipal. También colaboró con los obreros, especialmente los azucareros, en acciones a favor del perfeccionamiento de sus sindicatos, y luchó por la fundación de organizaciones que unieran a los maestros del territorio.

De sus contactos con los maestros del municipio surgió la idea de crear una Escuela Primaria Superior. Así los egresados de sexto grado podrían continuar sus estudios sin tener que trasladarse de la localidad. En ese empeño comenzó su trabajo de aunar a los sindicatos, logias, asociaciones, pequeños colonos y otros interesados en el proyecto.

Entre 1949 y 1950 Fuertes desarrolló una importante labor profesional y social. Obtuvo un lugar destacado en su evaluación magisterial, materializada en el escalafón municipal. Esto posibilitó que en septiembre de 1950 ocupara el aula de quinto grado en la escuela primaria urbana "José Martí", de Calabazar de Sagua.

Allí continuó su labor y organizó el trabajo con la comunidad a partir de la Asociación de padres, vecinos y maestros, agrupación que funcionaba en las escuelas del país. Al mismo tiempo se dedicó, junto a otros maestros del municipio, a organizar el Colegio de Maestros Normales y Equiparados3 del territorio, agrupación amparada por el decreto 4101 del 20 de noviembre de 1950, basada en el espíritu del artículo 70 de la Constitución de 1940, referente a la colegiación de los profesionales, y en la ley del 21 de noviembre de 1946, que establecía la colegiación obligatoria4.

Al amparo de la Constitución de 1940, los maestros y profesores cubanos organizaron distintas asociaciones profesionales, además de la antes mencionada; estas fueron: el Colegio de Pedagogos, para los graduados de doctores en Pedagogía de la Universidad de La Habana y los Colegios de Profesores, para graduados universitarios de las especialidades de doctores en Filosofía y Letras y doctores en Ciencias Naturales o Físico-Matemáticos que trabajaban en los Institutos de Segunda Enseñanza y en la Universidad.

Bajo esa influencia, se constituyó el 2 de mayo de 1951 el Colegio de Maestros Normales y Equiparados de Calabazar de Sagua. Fuertes fue elegido como su decano (dirigente principal) y diputado al I Congreso Nacional, celebrado en junio de ese año. En esa reunión quedó como representante de Las Villas5 en el Consejo Directivo Nacional, y se destacó por su poder de análisis, valentía y optimismo ante diversas situaciones afrontadas por el magisterio.

Al mismo tiempo, matriculó en esos años la carrera de Pedagogía en la Facultad de Educación de la Universidad de La Habana, con la finalidad de obtener el título de Doctor en Pedagogía en el alto centro docente. Se acogió a la variante de los cursos que desarrollaba la Universidad los sábados, para maestros en ejercicio. En la capital conoció a Gladys Blanco, joven maestra de ideas de izquierda con la que contrajo matrimonio y fijaron su residencia en Calabazar de Sagua.

Además de sus labores como maestro y dirigente del sector, tomó partido en las filas de la ortodoxia y se sumó a la Juventud del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo)6 desde que era un adolescente, con apenas dieciséis años de edad, y a partir de la fundación del Partido en Calabazar quedó comprometido totalmente con el proyecto de Eduardo Chibás, en el que trabajó con entusiasmo y se relacionó con los integrantes de su localidad, de Las Villas y a nivel nacional. Gracias a esto, unido a sus constantes estudios sobre la obra de José Martí, alcanzó una adecuada preparación para enfrentar los males republicanos existentes.

En esos años la confrontación política era inevitable. Se había llegado a situaciones extremas y era necesario un cambio, ya que Cuba era víctima de una crisis estructural que afectaba a toda la población, y los Estados Unidos controlaban tanto la economía como la política, pero además peligraba el proyecto reformista-burgués. La esperanza del pueblo estaba cifrada en la ortodoxia, por lo que, en las elecciones del 10 de junio de 1952, con toda seguridad, obtendría el triunfo. Sin embargo, esto no les convenía a los grupos de poder externos e internos, por lo que recurrieron nuevamente a Batista y al militarismo. De la confabulación fraguada se produjo el golpe de estado perpetrado por Batista el 10 de marzo de ese año. La patria quedó enlutada.

A pocas horas de ocurrido este suceso, Fidel Castro dirigió un manifiesto al pueblo cubano conocido como "Revolución no, zarpazo"7 . Desmintió a Batista y expuso que lo ocurrido era un cuartelazo contra el pueblo cubano.

En la antigua provincia de Las Villas las acciones de protesta contra el golpe de estado comenzaron de inmediato, hubo manifestaciones en las calles y parques, y además se divulgó un comunicado en una emisora radial. En Calabazar y Encrucijada, Fuertes movilizó a la juventud estudiantil, y un grupo de jóvenes ortodoxos y de las asociaciones cívicas marcharon a Santa Clara para incorporarse a las manifestaciones. Asimismo, participaron en el juramento de la Constitución de 1940 y en repudio a los Estatutos Constitucionales. Poco después organizó un acto en el municipio y se recogieron centenares de firmas8.

El 16 de agosto de 1952 José Manuel Fuertes estuvo presente en la conmemoración del primer aniversario de la muerte de Chibás, en el Cementerio de Colón, en La Habana, y trajo para su pueblo de residencia un número del periódico El Acusador, el cual reprodujo y repartió al comenzar el curso escolar en septiembre, tanto en Calabazar como en Encrucijada, así como en Santa Clara. A través de ese medio comenzó a divulgarse la postura de Fidel Castro (Alejandro) entre el pueblo, sobre todo entre los jóvenes. Al conocer de la actividad, los esbirros del batistato lo detuvieron, pero no pudieron mantenerlo en prisión por falta de evidencias.

En su condición de dirigente local de la Juventud Ortodoxa y del Colegio de Maestros Normalistas y Equiparados, tuvo la oportunidad de relacionarse con los opositores al régimen dictatorial, por lo que organizaron acciones en Calabazar, Encrucijada y otras localidades cercanas.

En esas condiciones comenzó a prepararse para rendir homenaje a Martí en su centenario (1953). El 27 de enero participó en la marcha de las antorchas celebrada en La Habana y, cuando se conocieron los sucesos del 26 de julio de 1953 y del juicio a los asaltantes del Moncada, se convirtió en el principal organizador de las actividades de respaldo a esos sucesos, seguido por los elementos más valiosos de su municipio y sus alrededores.

Dirigente del magisterio y luchador contra la tiranía batistiana

En 1953 los maestros villareños eligieron a José Manuel Fuertes Jiménez presidente del Consejo Directivo Provincial del Colegio de Maestros de Las Villas. Lo acompañó como secretario Evelio López Martínez-Marina, experimentado dirigente del magisterio en Las Villas, conjuntamente con los decanos de los colegios municipales.

La directiva del colegio estuvo respaldada por jóvenes y viejos luchadores del magisterio como: Luis Peralta Santana, Luis García Domínguez, José Ramón Cartaya, Juan Peñol, Julio López Blanco, Jesús Manuel Suárez Estrada, Fray Álvarez Lombardía, Manuel Jorge Segura, Elena María Pino, María Teresa (Teté) Machado Padrón, José Luis Rabelo, Roberto Noy Bolaños, Rolando Cuartero, Sabina Suárez del Villar, María Pons Quesada, Pura Espinosa, entre otros.

En esa época apareció el periódico Vanguardia, órgano oficial del magisterio de Las Villas. El primer número se editó en 1952 y traspasó los límites provinciales. Era un tabloide con cuatro o seis páginas que recogía las inquietudes del magisterio, divulgaba los méritos y reconocimientos, a la vez que condenaba las conductas violatorias que burlaban las posturas éticas y legales, como nombramientos libres y el robo de fondos destinados a la educación pública.

El fundador de Vanguardia fue Luis Peralta Santana, secundado por Roberto Noy Bolaños y José Fuertes Jiménez. A partir de 1953 la responsabilidad mayor recayó en Fuertes como dirigente principal del Colegio de Maestros Normalistas y Equiparados en Las Villas. El periódico se pronunciaba por la necesidad de dotar a las escuelas públicas de libros y materiales escolares, aumentar los sueldos a los maestros, propiciar las libertades ciudadanas, respetar los escalafones y el respeto a las plazas por concurso de oposición; por la unificación de la enseñanza en una escuela única para eliminar las escuelas privadas.

Vanguardia apoyó a los maestros y profesores que se enfrentaron a la tiranía en diferentes lugares del país y denunció los atropellos contra Aida Pelayo, Raúl Ferrer, José Ramón Cartaya, Carilda Oliver Labra, Antonio Núñez Jiménez y el juez Waldo Medina9.

Un significativo aporte de Fuertes y sus seguidores fue la creación en 1953 de la Escuela Primaria Superior de Calabazar de Sagua, que tenía carácter privado y era sostenida por un patronato integrado por personalidades e instituciones locales. Tenía como objetivo que los alumnos del municipio y sus alrededores pudieran completar sus estudios de séptimo y octavo grado sin salir del territorio. Aunque la Primaria Superior era privada, los alumnos no pagaban por sus servicios, ya que los profesores y empleados no cobraban por prestar sus servicios docentes.

La escuela tenía una capacidad para 130 alumnos; su primera graduación se efectuó en 1955. Los maestros procedían de Calabazar, Encrucijada y lugares cercanos; en algunos casos eran de Santa Clara y viajaban para impartir sus clases. La conserje era la madre de una de las alumnas. Como puede apreciarse, los maestros y empleados no tenían afán de lucro, sino que estaban motivados por resolver un problema pedagógico y social. Se realizaron múltiples gestiones a través del Colegio de Maestros Normales y Equiparados para lograr la oficialización de la Escuela Primaria Superior de Calabazar. Sin embargo, esto no se logró, ya que entre 1957 y 1958 la situación de Fuertes y sus compañeros se hizo insostenible, por lo que la escuela cerró sus puertas.

Entre los primeros graduados estuvieron jóvenes que pudieron continuar sus estudios, como Ridgely Martínez Sardá, Ada Tiza, Adriana González y Gustavo Sosa, que lograron realizar estudios de magisterio, comercio, secretariado, enfermería, técnicos o bachillerato y, en algunos casos, llegaron a culminar la enseñanza universitaria después del triunfo de la Revolución. Merece mencionarse como alumno de esa Escuela Superior a Neftalí Martínez, caído en los sucesos del 9 de abril de 1958 en Sagua la Grande.

Entre los maestros se encontraban: Pepe Fuertes, fundador y director; Roberto Noy; Rafael Campos; Evelio Vidaurreta; Alberto Maura; Alicia García; Carmen Villazón; María García; Bestina Rodríguez; Rafael Octavio Campos; Víctor Tápanes; Lucila Sánchez; Enolia Monteagudo y Ada Álvarez. Estos maestros se comprometieron a que, cuando la Escuela Superior se oficializara, se presentarían a los exámenes de oposición para probar sus capacidades y así poder trabajar en este tipo de centro.

La Escuela Primaria Superior de Calabazar de Sagua quedó oficializada después del triunfo de la Revolución.Los trámites se hicieron realidad entre los meses de enero y febrero de 1959. Al acto inaugural asistieron el Ministro de Educación, Dr. Armando Hart Dávalos, la heroína del Moncada Haydée Santamaría Cuadrado, y José M. Fuertes, entonces Comisionado Municipal de Calabazar. La escuela tomó el nombre de uno de sus primeros alumnos y mártir de la lucha revolucionaria: Neftalí Martínez.

Otro de los proyectos llevado a cabo por Fuertes fue el impulso al turismo, encaminado a dar conocer las bellezas naturales de Calabazar de Sagua y sus alrededores, así como lugares históricos. Las actividades estaban relacionadas con el mejoramiento de carreteras y caminos, por lo que se proyectaron caminatas, excursiones y visitas. Se proponía mejorar la vida de la localidad, especialmente de los jóvenes, sin tener que hacer grandes gastos.

También se organizaban bailes, verbenas, tómbolas y otras actividades para recaudar fondos que se utilizaban para las reparaciones de escuelas y compra de materiales escolares, con el fin de tratar de suplir las insuficiencias del gobierno. Es preciso aclarar que estas actividades eran usuales en otros lugares del país y eran impulsadas por iniciativa de los maestros y las instituciones a las que pertenecían.

Las acciones de Fuertes contra la tiranía se hicieron más sistemáticas después de los sucesos del 26 de julio de 1953, como resultado de los contactos con los dirigentes magisteriales de la entonces provincia de Oriente, como Pepito Tey y los vínculos con la familia Santamaría Cuadrado; además de su vínculo con los miembros del Colegio de Maestros, ya que había sido elegido en junio de 1953 presidente de organización en Las Villas.

En todas las tribunas posibles se refirió a la valentía y al patriotismo de los moncadistas; por ejemplo, el 10 de octubre de ese año, en un acto conmemorativo efectuado en el teatro de Calabazar, expresó que los opositores no eran ni "chiflados" ni locos, eran "[…] revolucionarios y los que mueren en el empeño son mártires de la patria"10 .

Fuertes estuvo al tanto del proceso de enjuiciamiento de los asaltantes desarrollado entre los meses de septiembre y octubre de 1953, y supo de las condenas dictadas. Más tarde se destacó por sus acciones proamnistía y por la divulgación de La Historia me absolverá en el plano local y regional; se apoyó en alumnos de la Escuela Primaria Superior de Calabazar, como Neftalí Martínez, Aldo Romeu y Arturo Casanova, los maestros Roberto Noy, de Calabazar, y Roberto Rodríguez, de Encrucijada, y los choferes Evelio Alonso y Roberto Peche; además, se relacionó con dirigentes sindicales de las zonas aledañas y de Encrucijada.

Así logró aglutinar en sus acciones a personas de diferentes ideologías, credos, razas, posición económica y social, que estaban dispuestos a enfrentarse a la tiranía batistiana. Ese sentido unitario estaba sustentado en las ideas martianas, las tradiciones de lucha y las concepciones de Fidel Castro expresadas en La Historia me absolverá: la necesidad de unir al pueblo para enfrentarse con éxito a la tiranía.

Las campañas proamnistía fueron desarrolladas con dedicación y entusiasmo en Calabazar. José Manuel Fuertes presidió no solamente las acciones locales, fue además quien tuvo a su cargo las actividades en toda Las Villas. Influyó en la efectividad de su labor sus responsabilidades magisteriales, su filiación ortodoxa y las relaciones familiares, ya que uno de sus tíos por línea paterna era miembro del Partido Auténtico y había llegado a concejal en el ayuntamiento de Calabazar.

De ahí que supiera aprovechar los comicios de 1954, donde se efectuaron mítines de oposición a Batista desarrollados en toda la provincia, con el fin de apoyar las demandas de amnistía. Asimismo, intervino en algunas reuniones, pero tuvo la oposición de algunos políticos que solamente querían dedicar sus esfuerzos a sus campañas electorales y, como respuesta a esa actitud, expresó en sus exhortaciones: "Amnistía primero, elecciones después" y ante la actitud de los políticos tradicionales añadió: "Si no hay amnistía, no voto"11 .

Esa consigna se difundió rápidamente. Ya antes de las elecciones los opositores habían quedado definidos en dos bloques. Por un lado, se agruparon los que estaban a favor de las elecciones y le hacían el juego a la tiranía con la farsa electoral; mientras, por el otro lado, estuvieron los seguidores de Fidel Castro que interpretaron cabalmente su pensamiento y no eran partidarios de las elecciones. Así comprendió que esas elecciones eran incompatibles con los principios proclamados por Fidel y abandonó su propuesta.

En 1954 apoyó, junto a sus compañeros, las demandas de los obreros azucareros del territorio y de otros sindicatos. También mostraron su solidaridad con el presidente guatemalteco Jacobo Arbenz, víctima de las maniobras del gobierno estadounidense. Presidió el Comité Provincial Pro Latinoamérica Libre, integrado por reconocidas figuras del territorio villareño; lo acompañó como secretario el Dr. José Felipe Carneado, abogado y miembro del Partido Socialista Popular. Además, se pronunció en contra de la construcción del Canal Vía Cuba.

Durante el año 1955 desarrolló una incansable labor, contribuyó a aglutinar a las fuerzas más valiosas de Calabazar, Encrucijada y sus alrededores; ayudó a organizar el apoyo económico a las familias de los revolucionarios presos y el apoyo a los perseguidos o los que estaban en la clandestinidad. En su condición de dirigente magisterial de Las Villas, desarrolló actividades junto a Evelio López, Luis Peralta, María Teresa (Teté) Machado, José Ramón Cartaya, Verena Pino Machado, Pura Espinosa, Jesús Suárez Estrada, Payita Sánchez, María Alonso, Alicia y Mery García Domínguez y Haydée Domenech.

El 15 de mayo de 1955 Fidel Castro y sus compañeros fueron excarcelados, como resultado de la presión popular, y en junio quedó organizada en La Habana la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio. Haydée Santamaría, por sus vínculos familiares y afectivos en las zonas de Encrucijada, Calabazar y sus alrededores, se encargó de organizar el Movimiento 26 de Julio en su territorio natal. Fuertes fue fundador de la organización.

Posteriormente, al inaugurarse la Casa del Veterano de Calabazar, se rindió homenaje a los luchadores contra el dominio colonial español, héroes y mártires de la patria. Haydée Santamaría, invitada por Fuertes, se sentó en la mesa presidencial. Al referirse a la heroína del Moncada expresó que era "[…] veterana de la generación del centenario, combatiente por la libertad de la patria y la dignidad ciudadana"12 . Las relaciones entre estos dos revolucionarios se profundizaron, le hizo encargos directos y fiscalizó su encomienda de distribuir La Historia me absolverá.

Las circunstancias de inestabilidad de la Universidad de La Habana después del golpe de estado y las diversas responsabilidades que tuvo, hicieron que no pudiera continuar sus estudios superiores de Pedagogía en ese alto centro docente.

Sin embargo, desarrolló sus actividades revolucionarias con gran efectividad, ya que trasladaba documentos, explosivos, armas y expresaba públicamente su inconformidad con la tiranía. Por esas razones era frecuente que lo detuvieran, le registraran su casa, lo persiguieran y no le permitieran intervenir en actos públicos. Por eso, expresaba sus ideas en el ámbito escolar, en los actos dedicados a conmemorar las fechas históricas y de inicio o clausura de cursos escolares. Durante las detenciones de la Guardia Rural o de la policía sufrió maltratos físicos, era golpeado por los esbirros, pero al no poder probarle acciones contra la tiranía lo tenían que dejar en libertad.

En diciembre de 1955 Fuertes, como representante del Colegio de Maestros, secundó la huelga azucarera de Las Villas, que de un paro por exigencias económicas se transformó en un suceso político de repercusión nacional.

A pesar de las complejas tareas cumplía con sus deberes profesionales en su aula de quinto grado de la Escuela "José Martí", de Calabazar, durante las mañanas, y en un instituto privado de Encrucijada en horas de la tarde; además, dirigía y coordinaba las actividades de la Escuela Primaria Superior. Dedicaba las noches a sus labores clandestinas orientadas por el Movimiento 26 de Julio, y durante los fines de semana se trasladaba a Santa Clara para cumplir sus funciones en el Colegio de Maestros.

La multiplicidad de quehaceres no impidió que atendiera a su familia, tanto a su madre y sus hermanas, que ya en esos tiempos residían en Santa Clara, como al hogar fundado por él, compuesto por su esposa Gladys y sus pequeños hijos Sonia y José Manuel.

Entre 1955 y 1957 la voz de Fuertes no pudo ser silenciada y en el acto de fin de curso 1955-1956, en su condición de dirigente, expresó: "[…] la patria está pasando por uno de sus momentos más aciagos, tristes y bochornosos. No hay libertad y sus hijos más valerosos son asesinados o están en las cárceles. La situación actual que vivimos debe cambiar, y todos debemos poner nuestro granito de arena en propiciar este cambio"13 .

El 11 de septiembre, con motivo de celebrarse el Día Internacional del Maestro, se reunió con sus colegas en presencia de la Dra. Carmen Berta Pinto, inspectora jefa del Distrito de Inspección Escolar Urbano de Sagua la Grande, y Nolasco Moreno, presidente de la Junta de Educación de Calabazar. Allí hizo un análisis de la situación de Cuba y se refirió a los atropellos realizados por la tiranía contra Raúl Ferrer y Aida Pelayo, por lo que el presidente de la Junta de Educación se retiró y poco después la Guardia Rural se presentó en la escuela con el objetivo de llevárselo detenido, pero la Dra. Pinto impidió que eso sucediera.

Similar actitud de defensa de los derechos de José Manuel Fuertes tuvo el Colegio de Maestros de Las Villas. En octubre de 1956, por medio de Evelio López, se gestionó, por la vía legal, a través de los abogados del Colegio Nacional de Maestros, que pudiera ejercer sus funciones como docente y como dirigente de la organización magisterial sin ser constantemente molestado.

Por ese tiempo creció aún más el prestigio de los maestros y profesores villareños, debido a la actitud honesta y combativa ante las acciones de la tiranía. Un ejemplo de esa postura fue la Dra. Margot Machado Padrón, inspectora de Escuelas Privadas de Las Villas, quien, aprovechando sus posibilidades de traslado por la provincia y su integración al Colegio de Pedagogos, se movía en el territorio villareño y cumplía los encargos del Movimiento 26 de Julio. De esta forma, estrechó vínculos revolucionarios y sincera amistad con Fuertes.

El 30 de noviembre se produjo el levantamiento de Santiago de Cuba como apoyo al desembarco del Granma. Pepito Tey, dirigente magisterial, cayó en la acción. La capital de la provincia de Las Villas apoyaría a los expedicionarios; en los barrios de Santa Clara, los revolucionarios esperaban órdenes para entrar en acción.

Ese día, en horas cercanas al mediodía, José Manuel Fuertes conoció de los sucesos de Santiago y se trasladó a Santa Clara para buscar contactos y orientaciones, pero no logró su objetivo. Al regresar a Calabazar fue detenido e incomunicado. Gracias a las gestiones populares, fue puesto en libertad al día siguiente. Apenas habían transcurrido veinticuatro horas cuando se produjo el desembarco, el 2 de diciembre. Al conocerse la noticia, el respaldo del pueblo fue innegable.

José Manuel Fuertes formó parte de la Sección Provincial de Propaganda del Movimiento 26 de Julio. Él y otros revolucionarios de su municipio manifestaron el apoyo a los sucesos del 13 de marzo de 1957, y condenaron públicamente la muerte de José Antonio Echeverría y el resto de los revolucionarios caídos en esas acciones. También asumieron similar actitud ante el desembarco del Corintia, el 23 de marzo de 1957, y el posterior asesinato de casi todos los expedicionarios, por lo que realizaron acciones de protesta. Algunos de ellos participaron en los funerales de los mártires Chiqui Gómez Lubián y Julio Pino Machado, el 27 de mayo. Todos mostraron su repudio ante el asesinato de Josué País el 30 de junio y se sumaron a la huelga efectuada como consecuencia del crimen cometido con Frank País en Santiago de Cuba un mes después.

La recaudación de fondos, los sabotajes, el envío de hombres y pertrechos de guerra para la Sierra Maestra se desarrollaron de manera efectiva, y el 15 de septiembre se prepararon para apoyar el alzamiento de Cienfuegos.

A pesar de que la actividad de Fuertes era cada vez más peligrosa, no cesaba en su empeño de combatir a la tiranía. En los actos escolares trataba de burlar las órdenes de las fuerzas batistianas de no hacer uso de la palabra. Así, su compañero Roberto Noy, previamente coordinado con este cabal revolucionario, habló el 3 de diciembre de 1957, día del médico, para rendirle homenaje al Dr. Mario Muñoz, médico caído en las acciones del Moncada, así como a Pepito Tey. La voz de Fuertes no pudo silenciarse, escribió para los periódicos Vanguardia, Sierra Maestra y Turquino, todos del movimiento magisterial, y fue el encargado de imprimir muchas de las propagandas del Movimiento 26 de Julio en el mimeógrafo del Colegio de Maestros de Las Villas.

En julio de 1957 se celebró la Asamblea Provincial del Colegio de Maestros, donde fueron reelegidos José Manuel Fuertes y Evelio López. Los villareños se preparaban para efectuar en agosto el IV Congreso Magisterial, cuyo objetivo era celebrarlo en Las Villas y derrotar la candidatura de Rigoberto Caso, decano nacional, para evitar el control de la organización por parte de la delegación habanera que tenía una franca postura batistiana. Este objetivo no fue logrado, pues el ministro de Gobernación no autorizó su celebración en la provincia, así como tampoco autorizó realizar reuniones preparatorias e informativas.

No se pudieron acreditar todos los delegados de la provincia que llevaban como candidato a Fuertes para el cargo de decano nacional, secundados por la delegación de Oriente y por delegados de otras provincias. El triunfo era seguro, pero la tiranía frenó las acciones democráticas y aparecieron en la candidatura nacional los dirigentes sometidos a Batista.

Ante este hecho, la delegación de Las Villas, dirigida por Fuertes, se retiró en pleno del Congreso como señal de protesta. También lo hizo la delegación de Oriente y un considerable número de delegados de otras provincias. A pesar de esto, fueron elegidos algunos representantes villareños y orientales, quienes renunciaron a sus cargos de inmediato.

A finales del año 1957, su situación se hizo insostenible; se hacía necesario pasar a una nueva actividad. Por eso, la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio autorizó su viaje al exterior, para que desde el exilio apoyara la lucha armada de sus compatriotas.

En febrero de 1958 viajó a Miami, donde se reunió con los revolucionarios y comenzó su labor. Más tarde se trasladó a Venezuela, donde recaudó fondos, envió hombres, aviones y armas a Cuba, y realizó actividades de propaganda. Sus acciones fueron desarrolladas en Caracas, Maracay y Maturín. En este último lugar fijó su residencia y trabajó como profesor en un centro de Segunda Enseñanza (Liceo). Al poco tiempo llegaron su esposa e hijos.

En agosto de 1958 fue invitado a participar en el XV Congreso de la Federación Venezolana de Maestros, evento en el que participaron también otros maestros latinoamericanos. Allí dio a conocer la situación de Cuba, el abandono de las escuelas, las violaciones de los escalafones y la actitud de los que luchaban y morían por la patria. Se refirió a Pepito Tey, René Fraga, Rubén Bravo, Pablo Pérez, Josué País, Marcelo Salado, Oscar Lucero, entre otros. Además, denunció las persecuciones, asesinatos y torturas a los docentes, como a Aida Pelayo, Esther Lina Milanés, Raquel Valle. Pero lo más conmovedor fue el relato de la muerte de Frank País García y la actitud del pueblo santiaguero ante ese crimen14. Las ondas radiales las utilizó para dirigirse a los venezolanos, americanos y cubanos que escuchaban desde Radio Continente y Radio Rumbo. En esa compleja actividad revolucionaria, lo sorprendió la victoria del 1 de enero de 1959. A partir de ahí su vida tomaría nuevos horizontes.

La Revolución triunfante

Fuertes regresó a La Habana en los primeros días de 1959 e inmediatamente asumió nuevas tareas. La primera de ellas fue la de delegado de la Enseñanza Primaria Urbana y Rural del Ministerio de Educación, nombrado por Armando Hart, ministro del ramo. Más tarde pasó a Calabazar como comisionando municipal. Allí asistió a la creación oficial de la Escuela Primaria Superior y declaró sin efecto el contrato de arrendamiento que el ayuntamiento municipal realizaba desde 1933 a compañías privadas que operaban en el central El Purio, propiedad municipal y único caso en Cuba. A partir de entonces la fábrica pasó a ser propiedad de Calabazar de manera total.

En 1960 colaboró en la organización de la Campaña de Alfabetización, ya que formó parte de la Comisión Nacional de Educación y, en plena campaña, en 1961, ofreció una valiosa ayuda. En ese año fue elegido miembro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza, donde compartió su labor con algunos de sus antiguos compañeros de lucha y acompañó a su maestro, el Dr. Gaspar Jorge García Galló, que había sido electo como secretario general del referido sindicato. Sin embargo, no dejó sus responsabilidades como comisionado municipal y se desempeñó como jefe de la Zona LV-14 del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), que comprendía los municipios de Calabazar, Encrucijada, Sagua la Grande, Quemado de Güines, Corralillo, Rancho Veloz y Cifuentes. Fue el encargado de intervenir los latifundios y repartir la tierra a los campesinos, según lo establecido en la Primera Ley de Reforma Agraria; además, trabajó en la organización de la producción lechera de la LV-14.

A pesar de su eficiente trabajo en Calabazar, el ministro de Educación volvió a solicitarlo y fue nombrado nuevamente en el cargo que anteriormente ocupara. En medio de sus actividades, se produjo la invasión mercenaria por Playa Girón el 17 de abril de 1961 y se incorporó al Batallón 365 de Sagua la Grande. Después de la derrota del imperialismo, retornó a sus funciones en el Ministerio de Educación, pero allí permaneció poco tiempo, ya que fue seleccionado para pasar un curso de capacitación política en la Escuela Nacional "Ñico López".

La Revolución le exigió a Fuertes nuevos retos. Aún sin terminar la Escuela de Capacitación, fue designado para trabajar en las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), y a principios de 1962 comenzó su tarea como cuadro del grupo de la vanguardia política. Las dificultades surgidas en las ORI producto de los errores de sectarismo cometidos por algunos de sus dirigentes, hizo que Fidel Castro las denunciara el 27 de marzo de 1962. Se produjo un cambio táctico para erradicar dichos errores.

El Comandante en Jefe llamó a un grupo de cuadros para trabajar en la formación del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC) y José Manuel fue uno de ellos. El trabajo fue arduo y complejo y se hizo en todas las provincias. Para cumplir la tarea se trasladó a Camagüey y asumió junto a Felipe Torres Trujillo la responsabilidad de organizar el partido en esa provincia.

En medio de las difíciles circunstancias de 1962 y 1963, se produjo un cambio en su vida personal. Terminó con su matrimonio y se casó con Georgina Jiménez, profesora universitaria y periodista. De esa unión nació su hijo José Guillermo.

El trabajo en Camagüey fue muy complejo. Junto a otros revolucionarios de probada trayectoria quedó constituido el partido; Felipe Torres fue elegido como primer secretario y Fuertes como secretario organizador. A mediados de 1963 integró una delegación presidida por el Comandante Ernesto "Che" Guevara que viajó a la Unión Soviética para asistir a la celebración del XLVI Aniversario del triunfo de la Revolución de Octubre.

Durante 1964 y 1965 su trabajo en Camagüey fue extraordinario. Por su abnegada y meritoria labor fue propuesto al cargo de segundo secretario del Comité Provincial del Partido, que desempeñó hasta 1966, cuando fue promovido al Comité Central del Partido Comunista de Cuba en la Comisión de Orientación Revolucionaria (COR). Se desempeñó en la esfera de Orientación Pública; como parte de su trabajo orientaba de forma sistemática la prensa nacional, tanto escrita como de radio y televisión. También atendía el Seminario Nacional sobre el uso del tiempo libre y la recreación. Se mantuvo en esas funciones hasta 1968.

En septiembre de 1968, teniendo en cuenta sus experiencias en las tareas agrícolas y ante la necesidad de reforzar el proyecto del Cordón de La Habana15, fue designado como director del Plan Lechero. En esa responsabilidad dio inicio a la planificación de la ganadería lechera, el pastoreo racionado y al aprovechamiento óptimo de la carga animal; incluso se llegó a sembrar más de la mitad de las áreas de pasto del plan.

En el Cordón de La Habana realizaba una fructífera y ardua labor, cuando el 20 de diciembre de 1969, le sorprendió la muerte. Falleció en un accidente automovilístico ocurrido en la carretera que une Calabazar con Las Guásimas, en la antigua provincia de La Habana.

La vida de José (Pepe) Fuertes Jiménez es una muestra de la actitud de los jóvenes que se enfrentaron a la tiranía de Batista y contribuyeron a erradicar los males de aquella República Neocolonial.

Martiano por excelencia, seguidor de Fidel Castro y con gran fe en las posibilidades del socialismo como única solución a los problemas de Cuba, pudo vencer con esperanza y optimismo las dificultades de la vida. No luchó por riquezas ni bienes materiales. Su arma principal fue su inteligencia puesta al servicio de una sociedad justa y humana, a cuya construcción ayudó tenazmente.

 

Fuentes de consulta:

Documentos inéditos atesorados en la papelería del archivo personal de Aida Fuertes Jiménez, así como la historia oral narrada por ella y se efectuaron entrevistas a su compañero y amigo Roberto Noy González; ambos ofrecieron valiosos testimonios. Se consultaron, además, actas de nacimiento, matrimonio y defunción del biografiado, se verificó la información con otros maestros y miembros del Movimiento 26 de Julio de la provincia, mediante la triangulación de las fuentes.

 

1 Viana era uno de los barrios de Calabazar de Sagua donde se encontraba la finca "San Ramón", cerca de Sagua la Grande. Calabazar de Sagua se comenzó a poblar en la primera mitad del siglo XIX en un hermoso hato convertido en hacienda comunera con siembras de calabaza; era un partido pedáneo de Sagua la Grande. La población fundamental provenía de Remedios. En 1878, por la división político-administrativa, se convirtió en municipio y en 1976 pasó a integrar el municipio de Encrucijada. Ver Colectivo de autores: ob. cit. pp. 26-30.

2 La Escuela Primaria Superior comprendía los grados séptimo y octavo. Con la Reforma Integral de la Enseñanza en 1959, se creó la actual Escuela Secundaria Básica, que comprende los grados de séptimo, octavo y noveno.

3 El Colegio de Maestros Normales y Equiparados fue una de las organizaciones magisteriales surgidas en la década de 1950. Después del triunfo de la Revolución en 1959 dio paso al Sindicato Nacional de la Enseñanza y, en 1961, al Sindicato Nacional de Educación, la Ciencia y el Deporte.

4 Ver "Constitución de 1940", en Hortensia Pichardo: ob. cit., tomo IV, 2da parte, pp. 329-418.

5 La provincia de Las Villas obtuvo ese nombre según la Constitución de 1940; antes se llamó provincia de Santa Clara por la división político-administrativa de 1878, en que surgieron las antiguas provincias: Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Santa Clara, Puerto Príncipe y Santiago de Cuba. En el caso de Las Villas se mantuvo hasta 1976, en que su territorio dio lugar a las actuales provincias de Villa Clara, Cienfuegos y Sancti Spíritus.

6 El Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) tuvo como figura central a Eduardo Chibás, que lo organizó y proclamó en 1947, como resultado del desprendimiento del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico). Tuvo como consigna "Vergüenza contra dinero", como respuesta a la corrupción político-administrativa de los gobiernos auténticos de Grau San Martín (1944- 1948) y Prío Socarrás (1948-1952). Chibás se suicidó en 1951, en medio de divisiones y conflictos de la ortodoxia.

7 Ver "Manifiesto de Fidel Castro al pueblo de Cuba", en: Cuba ¿República? Compilación. Editorial Félix Varela, La Habana, 2010, 1ra parte, pp. 198-201.

8 Ver Colectivo de autores: ntesis histórica provincial de Villa Clara. Editorial Historia, La Habana, 2010, pp. 342-344.

9 Al realizar la Historia del Sindicato de la Educación en la década de 1980, se consultaron archivos personales y se realizaron entrevistas a Juan Peñol, Julio López Blanco, Roberto Noy, Elena María Pino, Teté Machado, entre otros. Los resultados fueron entregados al Sindicato Nacional y al Provincial. Actualmente no quedan evidencias y sí algunas copias de notas en el archivo particular de Zoraida Maura Romero.

10 Entrevista a Aida Fuertes Jiménez. Mayo 2016. Notas y papelería recopiladas en su archivo personal.

11 Entrevista a Roberto Noy Bolaños. Enero, 2016.

12 Ibídem.

13 Entrevista a Aida Fuertes Jiménez. Notas y papelería recopiladas en su archivo personal.

14 Entrevista a Aida Fuertes Jiménez. Notas y papelería recopiladas en su archivo personal.

15 El Cordón de La Habana fue un proyecto económico y socio-político destinado a cubrir necesidades de la capital de Cuba, surgió en la década de 1960.

 

Conflicto de intereses:

El autor declara que no existen conflictos de intereses

 

Contribución de los autores:

El autor participó en la redacción y análisis de los documentos

 


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