Mendive. Revista de Educación, julio-septiembre 2021; 19(3): 1031-1034
El papel del educador en la etapa neocolonial: Julio Baguer Hernández, ejemplo de maestro
The role of the educator in the neocolonial stage: Julio Baguer Hernández, master
O papel do educador na fase neocolonial: Julio Baguer Hernández, um exemplo de professor
Teresa Celeida Padrón Zabala1 http://orcid.org/0000-0002-6725-6444
Jorge Luis Amador Hernández1 http://orcid.org/0000-0002-1428-0803
Yanelis Rodríguez Ramos1 http://orcid.org/0000-0003-2363-8393
1 Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca", Cuba. czabala@upr.edu.cu ; jorgeluis.amador@upr.edu.cu; yanelis.rodriguez@upr.edu.cu
En la etapa neocolonial se evidencia en la Escuela Cubana el método educativo memorístico y reproductivo; sin embargo, existieron maestros que aplicaron otros que sirvieron de base para desarrollar en los estudiantes la creatividad y el talento. Julio Baguer Hernández fue uno de esos maestros que se adelantó a su época desarrollando el amor a la patria y elevando los valores estéticos a partir de métodos educativos novedosos. Además de maestro, fue un luchador social que con su pluma de periodista supo defender a los pobres y al pueblo, elevando su voz en defensa de las riquezas naturales de la nación.
La ética pedagógica de este maestro, nacido en la demarcación de Guane, provincia de Pinar del Río, en la etapa neocolonial, dejó una huella en su localidad, ya que, además de un educador de su tiempo, fue redactor de los periódicos locales que circulaban y luchador social y, en cada una de estas aristas forjó, mediante métodos educativos, valores y principios en la sociedad de su entorno.
Los puntos de contacto de la labor educativa de Julio Baguer con el pensamiento de sus antecesores que sentaron las bases de la pedagogía cubana son evidentes. Esta escuela tiene como principio de trabajo escolar la investigación, el despertar del espíritu investigativo, no la adquisición pasiva de conocimientos. Así, se les asignan tareas a los estudiantes que responden, tanto a sus posibilidades como a sus intereses, tomando en cuenta en la sucesión de estos trabajos la importancia de partir de los objetos, de su manipulación.
Podemos afirmar que Baguer aplicó este método de manera autodidactica, ya que desconocía las bases conceptuales del mismo, creando en sus estudiantes las habilidades docentes hacia la investigación y la creación. Esto se evidencia en la elaboración de un folleto, con la ayuda de sus educandos, para brindar información, desde una perspectiva geopolítica, acerca de la composición de los suelos de la localidad de Guane. En él se describía esta como una zona con lugares montañosos, llanos de grandes sabanas que contienen la arena sílicea como principal riqueza mineral, lo que demuestra la ejemplaridad de este maestro al enseñar desde su terruño, reforzando la identidad y la nacionalidad.
En cuanto a la labor educativa en función de la formación de valores, Baguer desarrolló en sus estudiantes el respeto a los próceres locales como fue Isabel Rubio Díaz, capitana del Ejército Libertador en las Guerras de Independencia del Siglo XIX, la cual contribuyó a crear uno de los pilares de la retaguardia del Ejército Libertador y sobre la que los conducía a investigar, resaltando sus cualidades morales y su valor. Escribió versos acerca de esta insigne mambisa para promover en sus estudiantes el gusto por la poesía, afianzando el amor por la patria. Un fragmento de estos dice:
Fue su más grande ideal
Que tu Cuba libre fuera
Y en los campos fuiste a pelear
Por defender tu bandera
No menos importante resulta su labor para lograr en los estudiantes el conocimiento de nuestro Apóstol José Martí, ya que era su más ferviente admirador, de ahí que convocara y desarrollara conversatorios sobre su vida en fechas señaladas como la conmemoración de su natalicio, el 28 de enero, donde resalta la obra martiana en diversos campos: su amor patrio, su convicción americanista y su admiración hacia próceres latinos como Bolívar, Sucre y San Martín.
Se aprecia que el maestro Julio Baguer Hernández era hombre de encumbrada cultura, con un profundo conocimiento de los sucesos locales y nacionales y, sobre todo, conocedor de la historia, lo que se evidencia en el folleto de su autoría, que elaboró para sus estudiantes con el título "Apuntes para la historia de Guane" y que se estructura por capítulos, del siguiente modo:
Además, su labor educativa no solo se desarrolla en las aulas, también tuvo un alcance social ya que se convirtió en una figura pública realizando conversatorios, charlas y elaborando documentos para la sociedad, como lo fue un artículo en saludo al 10 de octubre, donde expresó: "La libertad fue despertando por el repique de las campanas gloriosas de La Damajagua que con atrevidas manos hizo vibrar el inmortal Carlos Manuel de Céspedes, con aquella columna que proclamaba ante el mundo civilizado su santificada determinación de ser libres, o caer en el campo sagrado del honor" (Hart, 2002). De esta manera también influye en los ciudadanos de la localidad.
Se desempeñó también como articulista y editor en los periódicos locales conocidos como Tierra y Cuyaguateje en el período comprendido entre 1920-1934, algunos ejemplares de los cuales hoy se conservan en el museo municipal de Guane. En ellos escribe innumerables artículos de corte social, entre los que se destacan: "Vía Crusis", "Aclarando Conceptos", "Escenario Grotesco", "El Voto", "Política" y "Los Partidos Políticos Guaneros". La esencia de todos estos artículos es un llamado a la reflexión acerca de la defensa del ideal de justicia social y fundamentalmente iban dirigidos al campesinado, para que luchara contra la explotación y se aglutinara mediante un sindicato.
Por ejemplo, con relación al voto, en el periódico Tierra se plantea que es sagrado, que todos los ciudadanos tienen derecho a ejercerlo; sin embargo, hay una clara denuncia y a la vez un mensaje a los humildes acerca de la corrupción politiquera con que funcionaba en la Cuba neocolonial, cuando comenta que no obstante es el negocio del farmacéutico, del médico o el comerciante, que se encargan de garantizar los votos del pueblo, lo que conlleva a convertir a este en su esclavo en tiempos de tanta pobreza y enfermedades, que obligan a los pobres a votar en beneficio de los intereses de las clases explotadoras. Esta constituye una denuncia en función de educar a los sectores más pobres en la necesidad de defender sus derechos.
Todo ello permite afirmar que en la obra de Julio Baguer Hernández subyace un entramado sociológico-pedagógico de carácter humanista, que constituye el sustrato de su concepción integral del mundo, constituyendo un paradigma ya que aplica la pedagogía de sus antecesores Varela, Luz y Caballero y Martí en su labor educativa en el periodo neocolonial.
Este ilustre pinareño no solo fue ejemplo para el magisterio de su localidad, rebasó las fronteras de su contexto llevando su maestría pedagógica a nivel regional y nacional utilizando métodos que contribuyeron a desarrollar habilidades en sus estudiantes que hoy son enarboladas por la pedagogía contemporánea, entre las que se destacan aprender a aprender.
Además, llevó su mensaje de rebeldía y patriotismo en defensa de los desposeídos y los humildes, tanto en la docencia como en el periodismo y en la vida social, por lo que hoy rendimos tributo a su grandeza.
BIBLIOGRAFÍA
Agramante, Roberto (1950). Prédica y ejemplo de Luz y Caballero. La Habana, Pueblo y Educación.
Hart Dávalos, Armando (2002). Perfiles. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de La Habana.
Conflicto de intereses:
Los autores declaran no tener conflictos de intereses.
Contribución de los autores:
Los autores han participado en la redacción del trabajo y análisis de los documentos.
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Yanelis Rodríguez Ramos