Mendive. Revista de Educación, abril-junio 2020; 18(2):172-178

 

Gerontología educativa: una experiencia cubana desde la Cátedra del Adulto Mayor

 

Educational Gerontology: a Cuban experience from the Chair of the Elderly

 

Gerontologia educacional: uma experiência cubana da presidência do idoso

 

Osvaldo Echevarría Ceballos1

1 Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca". ORCID: http://orcid.org/0000-0001-5567-529X. Correo electrónico: osvaldo.echevarria@upr.edu.cu

 

Suficientes evidencias indican que en Cuba los adultos mayores constituyen agentes activos en los cambios y transformaciones que se promueven con la actualización del modelo económico-social. Hoy son objeto de estudio para la implementación de estrategias en todos los sectores de la sociedad, que permitan enfrentar los elevados niveles de envejecimiento poblacional, contribuyendo a que alcancen una longevidad activa y satisfactoria.

Son significativos los retos económicos y en materia social que nos impone el envejecimiento progresivo de la sociedad cubana, la población envejecida representa el 18,7 % de sus habitantes; ya en el 2015 ascendieron aproximadamente al 25 % los cubanos con 60 años o más, cifra que se duplicará para el 2050 (Barnet, 2010, p.8). Se impone entonces el desafío de lograr que esta población llegue a edades avanzadas con alta calidad de vida y menor dependencia.

El tema del envejecimiento poblacional constituye uno de los principales focos de atención de los estudios en todo el mundo y Cuba no está exenta de ello, es un país envejecido pues cuenta con una población de 60 años de más de 2 251 930, de ellos en Pinar del Río 122 083; el municipio de la provincia más envejecido es la propia capital con 41 637 adultos mayores. La expectativa de vida de los cubanos ha aumentado a 77,9 años, esto es, 76 años los hombres y 80 años las mujeres, lo que nos indica lo urgente y necesario que es el estudio de esta etapa de vida, sus cambios, motivaciones, neoformaciones y su desarrollo psicológico. Es necesario profundizar en las características que identifican el desarrollo social de esta etapa y, más que su estudio, se trata de la formación de esos adultos mayores que están ávidos de conocimientos y que hoy están capacitados para transitar junto a nuestros educadores en la formación de nuestras futuras generaciones.

El programa universitario con personas mayores o Cátedra Universitaria del Adulto Mayor (CUAM) fue creado por la Universidad de La Habana en el año 2000, el 14 de febrero, bajo Resolución Rectoral 73/2000 con el auspicio de la Central de Trabajadores de Cuba y la Asociación de Pedagogos de Cuba. Ha constituido una institución de carácter multidisciplinaria, dedicada al desarrollo del programa de educación dirigido a las personas mayores cubanas, así como a la investigación y a la capacitación en el campo de la Gerontología Educativa.

En Pinar del Río, la CUAM fue creada en el 2002, dirigida por la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca", la Asociación De Pedagogos de Cuba (APC) y la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). La Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca" es la encargada del proceso de formación y tiene a su cargo la confección de los programas de estudio, la constitución del claustro de docentes y la entrega de los títulos de graduados; la CTC es la que tiene que ver con los estudiantes o geroeducandos (con los jubilados) y con las aulas en los diferentes sindicatos; y la APC con la capacitación a los profesores (geroeducadores).

El programa docente tiene dos modalidades: curso básico y cursos de continuidad, lo que ha contribuido al mejoramiento de la imagen social del envejecimiento como proceso y de la vejez como etapa del ciclo vital, así como a crear una nueva cultura gerontológica, colocando a los mayores en el espacio escolar como espacio de desarrollo y no solo como receptores de cuidado y de protección. Asumir la vejez no es sentarse a esperar, sino llenarse de energías para vivir una nueva etapa.

¡Qué encanto tienen los cabellos blancos, qué hombres y mujeres aquellos que han vivido 80 años y más, aun cuando hablen con voz trémula y anden a pasos tardos, se les ve como Titanes y Marianas! "Hay que darles un lugar de honor en la sociedad a esas personas que prodigaron su vida al trabajo, entregaron cada día sus ilusiones, su aprecio y también su compañía. Merecido lo tienen" (Vigueras, 2004, p.2).

En las personas mayores, psíquicamente sanas, la personalidad apenas se modifica, pero se acentúan los rasgos del carácter debido a experiencias vividas. Existen una serie de situaciones que no están asociadas al envejecimiento normal, que pueden ser frecuentes en las personas mayores y provocar un deterioro de la personalidad. Entre ellas:

- Cambios en el pensamiento, en la afectividad o en la conducta diaria

- Tendencia a la introversión

- Desinterés por la vida

- Pérdida de la autonomía

- Insatisfacción y desajustes sexuales

- Pérdida de roles familiares y sociales

- Rechazo e inadaptación a la vejez

- Inconformidad con su imagen corporal

- Aislamiento o disminución de las relaciones humanas

"En todo caso, los autores han tratado de clasificar la vejez según tipos. Así, algunos se han referido a la tercera edad (vejez satisfactoria) y la cuarta edad (vejez patológica) o a los "viejos jóvenes" (viejos sanos) y los "viejos-viejos" (viejos enfermos) con el fin de dar cuenta de las distintas formas de envejecer" (Fariñas, 2017).

En los últimos años, la clasificación que más relevancia está cobrando es la que establece tres tipos o formas de envejecimiento: la vejez normal, la vejez patológica y la vejez con éxito. Esta tipología de la vejez es hoy día importante dado que, desde las políticas de atención a los mayores, desde organismos internacionales (como la Organización Mundial de la Salud o la Unión Europea) y desde la propia gerontología, se pretende la potenciación de la vejez con éxito y reducción de la vejez patológica.

"Se ha evidenciado que las características de la tercera edad o vejez dependen mucho de las características de la personalidad de cada uno, de las condiciones del ambiente y del modo de vida que se lleve, y no tanto de la edad, si se mantiene el individuo sano" (Álvarez, 2010, p 4.).

La llamada Tercera Edad, o como también se le conoce con los términos de vejez, adultez mayor o tardía, ha sido abordada en la literatura de manera aislada o como fase de involución y no como una auténtica etapa del desarrollo humano. Se ubica alrededor de los 60 años, asociada al evento de la jubilación laboral. Incluso, hoy comienza a hablarse de una llamada Cuarta Edad para referirse a las personas que pasan de los 80 años.

"Por ello aparecen expresiones acerca de los "viejos jóvenes" o adultos mayores de las primeras décadas, y de los "viejos viejos" o ancianos añosos para marcar la idea de cambios" (Orosa Fraiz, 2001, p. 42). Precisamente en esta etapa en que ocurre un cambio en la actividad del adulto mayor, la jubilación, es que se ingresa en las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor.

El objeto de estudio de la Pedagogía del Adulto Mayor Cubano será la educación para el desarrollo humano con un alto nivel de demostración de competencias para la vida, competencias que, según Viviana González Maura se caracteriza "(…) como una configuración psicológica vinculada al desempeño del sujeto" (Referido por el Dr. Gilberto García Batista, 2011, P.27).

El objeto se centra en el desarrollo de la personalidad del Adulto Mayor sano mediante la educación que haga competente al hombre en dos puntos esenciales, que el Dr. Gustavo Torroella ha dado en llamar puntería y urgencia; el primero referido a la necesidad de impactar en el blanco lo más posible porque no hay tiempo de retornar muchas veces, el segundo se refiere a una vida limitada, finita, en la que no nos podemos dar el lujo de ensayar muchas veces cómo vivirla, cuando lo más que tenemos que hacer es vivirla satisfactoriamente.

"Algunos investigadores consideran que en tanto teoría y práctica educativa, debe incluirse dentro del campo de las ciencias de la educación, mientras que, para otros autores, su lugar de adscripción es el campo de la gerontología como ámbito multidisciplinario dedicado al estudio de los procesos de envejecimiento y la vejez" (Orosa Fraiz, 2014, p 128). Esta discusión remite a diferentes formas de nominar las prácticas educativas con adultos mayores, tales como Andragogía, Geragogía, Gerontagogía o simplemente educación de adultos mayores.

En Cuba se sugiere nombrar Pedagogía del Adulto Mayor Cubano (PAMC), como lo refiere el investigador cubano Omar Roque Martínez (Roque Martínez, 2004), pues todavía es una ciencia en formación. Según los especialistas que se dedican a este campo, tiene sus bases en la Andragogía como rama de la educación de adultos, Educación Popular, la educación a lo largo de la vida o lifelong learning, la psicología del desarrollo de la vejez desde la perspectiva histórico-cultural de Vigotsky, la Gerontología como ciencia multidisciplinaria, en particular las ramas de la Psicogerontología y la Gerontología Educativa, que a nivel mundial se conoce como Gerontagogía y proviene del griego gerontagogeo: conducir a un viejo.

La Gerontagogía se define como la rama de la Gerontología o de las Ciencias de la Educación que se ocupa de la formación de las personas mayores. El término fue utilizado por primera vez por el profesor Almerindo Lessa en 1978 en la Universidad de Évora y en Estados Unidos por C.R. Bolton, como expresión de educación para personas de edad avanzada, ciencia aplicada que tiene por objeto el conjunto de métodos y de técnicas seleccionadas y reagrupadas en un corpus de conocimientos orientado en función del desarrollo del discente mayor. La base teórica es la Gerontología educativa y la etiología (Lemieux, 1997).

"La gerontología educativa está referida al estudio y a la práctica de la enseñanza de los mayores durante su envejecimiento. Esta disciplina, conocida con el nombre de "gerontología educativa", recibió carta de presentación en los Estados Unidos en 1970" (Lemieux, 1986).

Los adultos mayores están insertados, para su formación, en un programa de educación, como son las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor (CUAM), en el cual ingresan como cursantes en una modalidad de estudio que constituye un evento nuevo para todas las personas que se matriculan. Por ello este programa tiene como objetivos:

- Promover la actualización cultural y científico-técnica de los cursantes

- Estimular el desarrollo cognitivo, afectivo-motivacional y social de los cursantes

- Contribuir a la reinserción social de los egresados en diversos proyectos comunitarios

- Potenciar una imagen social del envejecimiento y la vejez en escenarios educativos

- Promover la identidad con la edad y con los procesos de cambios correspondientes

- Desarrollar acciones de carácter intergeneracional

- Fomentar una nueva cultura gerontológica de desarrollo y no paternalista acerca del envejecimiento

El programa docente consta de dos modalidades: el curso básico y los cursos de continuidad. El curso básico dura un año escolar conformado por los módulos temáticos: Propedéutico, Desarrollo Humano, Promoción y Educación de Salud, Seguridad Social y Cultura Contemporánea; después los cursistas (geroeducandos) elaboran un trabajo final o tesina. La otra modalidad es la de los cursos de continuación, de manera que los egresados del curso básico puedan profundizar en diversos asuntos, generalmente seleccionando cursos de informática, patrimonio, economía, historia, medicina tradicional, familia, sexualidad, entre otros. Mención especial merece el curso posbásico denominado Abuelidad.

El programa Cátedra Universitaria del Adulto Mayor en Cuba ha contribuido al mejoramiento de la imagen social del envejecimiento como proceso y de la vejez como etapa del ciclo vital. Ha contribuido a crear una nueva cultura gerontológica, colocando a los mayores en el espacio escolar, como espacio de desarrollo, y no solo como receptores de cuidado y de protección. El programa constituye una acción de carácter gerontológico y no geriátrico pues sus bases teóricas de partida están asentadas en la Gerontología como ciencia multidisciplinaria a la que tributan diferentes ciencias o enfoques.

Cuba es un país con alto índice de envejecimiento poblacional. Se conoce de los numerosos esfuerzos para mejorar la calidad de vida de las personas mayores que se llevan a cabo fundamentalmente en lo que a salud y seguridad social se refiere. También se sabe que para envejecer de forma plena y con bienestar psicológico hay que trabajar mucho en el campo de la educación y en la formación para un desmontaje de prejuicios que aun estigmatizan este período de desarrollo humano.

"La formación así entendida propicia la comprensión plena del contexto profesional del educador, que solo puede alcanzarse a través de debates, explicaciones y valoraciones". (Addine Fernández, 2013, p. 90). Desde esta perspectiva, las soluciones dependerán de la propia construcción de las situaciones en el contexto del aula del adulto mayor, donde la singularidad y el buen trato crean para esas personas mayores un ambiente apropiado para el desarrollo educacional.

En relación con el perfil del profesional, Otmara González Pacheco (citado por Alberto D. Valle Lima. 2012, p.146) considera que: "(...) Constituye un modelo, una idealización de las características, conocimientos y habilidades que debe poseer el alumno que egresa de una carrera profesional, que comúnmente se expresa en forma de objetivos terminales que se propone alcanzar un nivel de enseñanza dado en la formación de estudiantes". El perfil profesional es una de las formas concretas en que se expresa la relación entre educación y sociedad en el aspecto vinculado con la formación profesional, aunque en el caso del adulto mayor es la modalidad cubana de lo que en el mundo se conoce como universidades de tercera edad.

"Si apostamos por un modelo que no conduzca a titulación (si acaso, a diploma acreditativo) la formación puede resentirse, convirtiendo la docencia en una suerte de "reunión de amigos", que se aleja claramente del espíritu universitario. Las universidades apuestan por la formación de adultos mayores, en competencia con otras instituciones (universidades populares, universidades de la tercera edad) (Pruna Goodgall, 2010). Está claro que la Universidad debe ofertar unas enseñanzas acordes al nivel universitario.

"…Los estereotipos generalizados de discriminación de los adultos mayores por su edad como personas que siempre tienen fragilidad, representan una carga y dependen de cuidados, no tienen una base empírica y limitan la capacidad de la sociedad para apreciar y liberar el potencial de los recursos sociales y humanos inherentes a las poblaciones de edad avanzada", sostiene el informe mundial sobre el envejecimiento y la salud del año 2015, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2015). Son estereotipos que en nada representan a los adultos mayores de estos tiempos, que marchan a la par del desarrollo social y siguen al lado de nuestros niños, adolescentes y jóvenes, como guía y sostén de nuestra niñez y juventud.

"Asociamos a la vejez con la desidia, la inactividad, la pobreza y la enfermedad y estamos deseosos de que lleguen a la jubilación para entregarles el manejo de la casa, cuidado de los niños y la canasta básica, sin pensar en que son personas que han llegado a una etapa de la vida en que todavía son útiles a la sociedad y que tienen sus propios intereses, preocupaciones, y necesidades individuales como toda persona, sin distinción de edad" (Fariñas Acosta, 2017, p. 4).

En este sentido, debe convertirse en esencial el papel no solo de los profesionales de la salud, médicos de la familia y de Geriatría sino de los educadores, de los colectivos multidisciplinarios que trabajan con esa edad, geroeducadores, gerontólos, geriatras, que hacen a través de su atención una vejez saludable y prolongada, y que hace que ellos se sientan útiles todavía a sus años. Este es un tema que involucra a toda la sociedad, ya que más que la vejez en sí misma, son los problemas de la sociedad y los entornos desfavorables los que llevan a que las personas vivan la vejez en condiciones de malestar, dependencia e insatisfacción.

"En el desarrollo psicológico aparecen las adquisiciones psicológicas o neoformaciones psicológicas que son estudiadas como parte de la situación social de desarrollo en cada edad. Estas son formaciones correspondientes a cada etapa de la vida como procesos oscilatorios, en dependencia de los elementos vitales que vamos experimentando" (Bozhovich, L.I, 1967, p. 200). De este modo se puede destacar la formación de la conciencia de sí en la edad temprana, la esfera volitiva-emocional en la preescolar, el desarrollo de la autoconciencia en la adolescencia, la concepción científica del mundo en la juvenil, la madurez de la regulación del comportamiento que se realiza a través de la formación y el desarrollo de la autoconciencia crítica o reflexiva en la adultez, y la formación de la denominada autotrascendencia en la vejez; autotrascendencia como la necesidad de trascender en los que los rodean, quedarse en ellos y no con ellos, legar al otro.

El Héroe Nacional de Cuba José Martí dijo que "la educación ha de ir adónde va la vida", por lo tanto, si la vida por suerte nos lleva a la vejez debemos seguir siendo personas activas y actualizadas.

Debe tenerse en cuenta la necesidad de mantenerse actualizado en los datos acerca de los por ciento de personas con 60 años y más, en nuestro país y a nivel mundial, pues constituyen cifras que van cambiando de forma ascendente. Si buscamos este índice de envejecimiento poblacional en otros países se puede observar el incremento del mismo. Ello ha conllevado a la creación de nuevos tipos de programas que garanticen vivir la vejez con mayor calidad de vida.

El programa para la formación del adulto mayor pinareño (la Cátedra Universitaria del Adulto Mayor) ha estado representado por una cátedra, siete filiales y 14 aulas, con un total de alumnos graduados desde que se inició el programa hasta la fecha de 6041 y un total de profesores y conferencistas de 128. Se han impartido siete cursos de continuidad. En la actualidad hay 2 389 geroeducandos matriculados.

Aunque las cifras son pequeñas, los resultados son alentadores, pues se ha constituido una cátedra sólida y eficiente en la formación de esos adultos mayores que han desarrollado un proyecto educativo amplio en la comunidad, lo que ha ayudado en la formación de la futura generación, con la labor de apoyo a todos los programas sociales para el mejoramiento humano de los modos de actuación de los ciudadanos.

 

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Bozhovich L. I. (1967). Las etapas de la formación de la personalidad en la ontogénesis en Antología de la Psicología. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación.

Fariñas, A, L. (2017). "Toda salud. Problemas de la Edad (II)" editorial Granma lunes 23 de enero.

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Pruna Goodgall, P. M (2010) Breve esbozo del desarrollo de la ciencia y la tecnología en Cuba. Disponible en: http://www.academiaciencias.cu/paginas/presentacion/historia.asp. Consultado el 8 de abril de 2010.

Roque, M, O. (2004). Curso taller Educación y Enseñanza en la vejez. En curso de postgrado.

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