Mendive. Revista de Educación, enero-marzo 2020; 18(1): 170-172

 

Noemí Domínguez Ramos, una maestra de alma y profesión

 

Noemí Domínguez Ramos, a teacher of soul and profession

 

Noemí Domínguez Ramos, um docente de alma e profissão

 

 

Osvaldo Echevarría Ceballos1, Norma Cabrera Domínguez1
1
Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca". Cuba. ORCID: http://orcid.org/0000-0001-5567-529X, http://orcid.org/0000-0003-2734-181X
Correo electrónico: osvaldo.echevarria@upr.edu.cu, norma.cabrera@upr.edu.cu

 

Todo propósito de orientar y darle sentido a nuestra vida debe comenzar por intentar comprender lo que esta es, de manera que podamos capacitarnos para afrontarla mejor y vivirla de manera exitosa. Esta fue considerada siempre tarea de primer orden por Noemí Domínguez Ramos, maestra que supo imponer una profunda huella en cada una de las personas que tuvimos el privilegio de conocerla y compartir con ella.

Nació en la provincia de Pinar del Río, el 14 de mayo del año 1939 y falleció el 26 de septiembre del año 2018. Sus estudios fueron realizados en las Escuelas Primaria y Superior de varones de la ciudad capital, se graduó como maestro en la Escuela Normal de Pinar del Río.

Inició su labor educativa en el año 1957, con 18 años de edad, y a ella dedicó 30 años de su vida como maestra de primaria. Se destacó por su quehacer en el segundo ciclo, trabajó en aulas multígrado en escuelas primarias rurales, en las Canteras del municipio Guane, en las Maravillas en San Juan y Martínez, en el seminternado Antonio Guiteras Holmes.

El apoyo prestado a todos sus alumnos en el tratamiento para el dominio de los contenidos de las diferentes asignaturas que impartía, era su mayor orgullo. Igualmente sobresalía su respaldo moral y material a los estudiantes, a quienes les traía merienda cuando notaba que eran de hogares de extrema pobreza.

Fue ejemplo de esposa, madre y educadora-formadora de las nuevas generaciones. Con su ejemplo logró consolidar una familia, que es hoy parte de las más nobles tradiciones de lucha de nuestro pueblo, vivió muy orgullosa de sus hijos, los vio crecer y realizarse como profesionales en el proyecto social inclusivo que promueve la Revolución. Una de sus hijas siguió sus pasos y se consagra hasta hoy a la más noble de las profesiones, el magisterio.

En el discurso pronunciado en el acto de inicio del Curso Escolar 1977-1978 y expuesto en el periódico Granma el 3 de septiembre de 1977, nuestro máximo líder Fidel Castro Expresó: …" La Revolución no les ruega a los padres que se preocupen por el comportamiento y la educación de sus hijos colaborando con la escuela y con los maestros: la Revolución se los exige." Y Noemí así se lo exigía a sus discípulos, pero con esa elocuencia y bondad que emanaba de una mujer que tenía ese don de imponer su respeto y sapiencia con una fina y delicada manera que, más que una exigencia y pedido, era una exigencia de primer orden para sus alumnos.

Así como el tronco de los árboles se expande y extiende sus ramas al medio, de modo similar extendía Noemí sus enseñanzas con afectos y amores de un modo maternal a cada uno de sus estudiantes, para recoger el fruto de todo lo aprendido y revertirlo a la sociedad en beneficio de todos, con el respeto pleno a la dignidad de cada cual y la responsabilidad de ser mejores ciudadanos. Decía el escritor y político Domingo Faustino Sarmiento. (1811-1888) "Los discípulos son la biografía del maestro."

El ejemplo de sus maestros inculcó en ella ese marcado amor por la profesión, fue una prolongación de su quehacer, todo cuanto se movilizó en ella, se debió a las características de su personalidad, a su gran fuerza, a su gran ímpetu para arrastrar a sus alumnos, y así fue ella, historiadora por demás, formó parte del equipo de historiadores del municipio San Juan y Martínez, donde trabajó la temática referida a la colonia.

Fue la autora principal del documento escrito sobre la Historia del Central Galope, fue responsable de la primera aula de jubilados para la Universidad del Adulto Mayor, donde se obtuvo muy buenos resultados, participó en numerosos eventos, entre los que se destacan el I, II, y III Congreso de Historia celebrados en la Escuela Provincial del Partido "Abel Santa María Cuadrado", fue también dirigente sindical por varios años y representante de su colegio electoral por más de 10 años. Sus evaluaciones como maestra fueron siempre las mejores, dando muestras de ejemplaridad, incondicionalidad y amor a su profesión, no tenía horario, era incansable a pesar de su salud y de sus años.

Formó parte del claustro de profesores de la sede pedagógica en San Juan y Martínez por 3 años, sus alumnos la querían mucho por su modo de actuar para con ellos, fue nominada con la tiza de oro por su maestría pedagógica y el respeto que sentían por ella sus alumnos.

La educación y preparación para la vida se debe basar fundamentalmente en la comprensión y valoración adecuada de qué es lo mejor para cada educando, a partir del conocimiento pleno de sus potencialidades que hacen que el ser humano sea cada día mejor y en eso radicó la labor de esta maestra que hizo de su obra un evangelio vivo para las futuras generaciones, no es mejor maestro el que más sabe, sino el que enseña con el corazón, repetía Noemí a sus discípulos. A usted maestra, muchísimas gracias.

 

 


Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.

Copyright (c) Osvaldo Echevarría Ceballos, Norma Cabrera Domínguez