Revista Mendive, enero-marzo 2019; 17(1): 140-154

Córdoba: reforma universitaria, repercusión, legado y la impronta del modelo neoliberal en América Latina

 

Córdoba: university reform, repercussion, legacy and the imprint of the neoliberal model in Latin America

 

Julio Jesús Sierra Socorro

Licenciado en Filosofía y Licenciado en Derecho. Doctor en Ciencias Pedagógicas, Especialista Universitario en Gestión de la Administración. Universidad de Pinar del Río «Hermanos Saíz Montes de Oca». Cuba. Correo electrónico: julio.sierra@upr.edu.cu

 

Recibido: 14 de septiembre 2018.
Aprobado: 17 de diciembre 2018.


RESUMEN

El estudio realizado abarca lo acontecido en Córdoba, Argentina en 1918, su repercusión en el movimiento estudiantil de la época y su inmenso valor para el proceso revolucionario cubano. Tuvo en las figuras de Julio Antonio Mella y Ernesto Guevara de la Serna a dos de sus paradigmas más importantes, los cuales comprendieron que las luchas por una nueva universidad debían insertarse en las luchas por una nueva sociedad, basada en el socialismo como ideal supremo. Su objetivo está dirigido a contribuir con la formación de convicciones en torno a la problemática actual de la región en que vivimos, en un contexto de neoliberalismo extremo, viendo que la universidad y su función social, esté amenazad. Por lo que, la actualización del legado de Córdoba a la nueva realidad, se presenta como un reto de las actuales generaciones. Los resultados se corresponden con la necesidad del llamado a las definiciones, para que la «hora americana» se materialice en la nueva universidad, forjada al calor de los procesos inclusivos de estos tiempos que, amenazados por fuerzas retrógradas, necesita del protagonismo de la juventud latinoamericana, para desarrollar conciencia de lucha, intransigencia y junto al pueblo conquistar el futuro.

Palabras clave: Reforma Universitaria; Educación Universitaria; Neoliberalismo.


ABSTRACT

The study was comprehensive of what happened in Cordoba, Argentina in 1918, its impact on the student movement of the time and its immense value for the Cuban revolutionary process, had in the figures of Julio Antonio Mella and Ernesto Guevara de la Serna two of its most important paradigms, which understood that the struggles for a new university should be inserted in the struggles for a new society based on socialism as the supreme ideal. Its objective is directed, together with reflection, to build awareness and contribute to the formation of convictions around the current problems of our region, which in a context of extreme neoliberalism makes the university and its social function is threatened; so the updating of the legacy of Córdoba to the new reality, is presented as a challenge of current generations. The results correspond to the need for the call for definitions, so that the "American hour" materializes in the new university forged in the heat of the inclusive processes of these times that, threatened by retrograde forces, needs the protagonism of Latin American youth, to develop awareness of struggle, intransigence and together with the people to conquer the future.

Key words: University Reform; University Education; neoliberals.


 

INTRODUCCIÓN

La historia de la humanidad recoge acontecimientos que han marcado épocas y constituido hitos trascendentales que han promovido cambios a partir de la toma de conciencia de sus protagonistas. Uno de esos acontecimientos lo fue la Reforma Universitaria de Córdoba, Argentina, en 1918.

Los ecos no se hicieron esperar. Cuba con el liderazgo de Julio Antonio Mella, creador de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), comprendió el sentido de las luchas por una universidad diferente en el marco de una sociedad también diferente; consciente de que la solución de los problemas de la universidad, formaban parte de la solución profunda de la problemática que vivía aquella sociedad cubana entonces.

El estudio realizado estructurado en dos epígrafes, permite el acercamiento a los acontecimientos acaecidos en la Argentina de las primeras décadas del siglo XX. Visto desde diversas aristas, posibilita el análisis de los factores históricos, económicos, políticos, sociales y culturales de aquellos acontecimientos que marcaron pautas en las luchas de América por las reivindicaciones de sus pueblos, sumidos en el oscurantismo provocado por la herencia de explotación del colonialismo primero y del neocolonialismo después.

Existe abundante información sobre los acontecimientos que se estudian. Han sido muchos los profesionales, no solo de la educación universitaria, que desde diferentes perspectivas se han acercado a la problemática de la Reforma Universitaria; porque aún al legado de Córdoba le queda mucho por hacer en esta región y en ese sentido estriba el por qué de este estudio. La historia de lucha de los pueblos americanos requiere de su divulgación para formar conciencia acerca de los valores que priman en los que participan en hechos que trascienden sus propias vidas. Los enfoques a la problemática han sido muy variados, porque variadas son las corrientes ideológicas e intereses de los que se acercan a su estudio.

La interpretación de aquellos hechos y el rol que en ellos desempeñó la juventud, puede ser contradictoria por la propia complejidad de los procesos sociales, los contextos nacionales e internacionales en que se sucedieron, la impronta dada por quienes desde sus posiciones de clase no comprendieron el valor de aquellas acciones y del propio Manifiesto, que, como declaración de principios, constituye expresión genuina de una generación que estuvo a la altura de su tiempo.

A la distancia de cien años, pueden apreciarse mejor los detalles y la juventud universitaria de este centenario, pudiera beber de la épica trascendental implícita en aquellos jóvenes y como sus herederos, exponer al viento los nuevos estandartes que proclamen otra «hora americana», porque es necesaria. La realidad latinoamericana exige definiciones. La ola neoliberal y de derechización de las sociedades latinoamericanas en que han desaparecido los escrúpulos y abiertamente se magnifica la violencia y la discriminación en nombre de la democracia, la libertad y la justicia, debe ser frenada.

Precisamente, para forjar conciencia y contribuir a la formación de convicciones en torno a la problemática actual de nuestra región se ha hecho este estudio. A la vez, para fundamentar la influencia que, en las diferentes etapas del proceso revolucionario, incluida la construcción del Socialismo en Cuba, tuvo la Reforma Universitaria. Así como, denunciar el desmantelamiento que origina en la educación universitaria las políticas neoliberales, contrarias al legado de Córdoba y a los lineamientos de una universidad innovadora, con sentido estratégico y con carácter democrático, participativo y abierta al servicio de la comunidad nacional y latinoamericana.

 

DESARROLLO

Reflexiones acerca de los acontecimientos de Córdoba en 1918, a favor de la Reforma Universitaria y su legado

No debe abordarse el significado de Córdoba en 1918, sin antes asomarse a trascendentales acontecimientos que fueron allanando el camino, pues los procesos sociales se encadenan por eslabones a veces invisibles; pero que en sus esencias constituyen sus causas objetivas y subjetivas. Más de 400 años de explotación ininterrumpida de una población bien diversa, pero, fervientemente motivada por alcanzar un futuro mejor, generó el movimiento de la juventud de un continente, enlazados por la esperanza. En Córdoba la juventud alcanzó un elevado protagonismo, porque dio la respuesta oportuna y certera a la impronta del momento histórico.

Ya antes, en la segunda mitad del siglo XIX, le había nacido a la América un pensador universal, que con acucioso análisis desarrolló ideas para todos los tiempos. Este fue sin duda alguna el Apóstol de la Independencia de Cuba, José Martí. En su estudio de la realidad que le tocó vivir y las luchas emancipadoras de las primeras décadas del siglo para alcanzar la independencia del colonialismo español, en las que sobresalió el ideal bolivariano, desarrolló toda una concepción acerca del ejercicio del gobierno en las repúblicas latinoamericanas y el papel de la educación en la formación de un pensamiento propio a favor de la identidad americana. No la de la América anglosajona sino, a la que llamó «Nuestra América», la del Río Bravo a la Patagonia.

   «El gobierno ha de nacer del país. El espíritu del gobierno ha de ser el del país. La forma del gobierno ha de avenirse a la constitución propia del país. El gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales de! país. (…) ¿Cómo han de salir de las universidades los gobernantes, si no hay universidad en América donde se enseñe lo rudimentario del arte del gobierno, que es el análisis de los elementos peculiares de los pueblos de América?». (Martí, 1975, p.17)

Junto con la espada tiránica y la cruz evangelizadora, la colonización de los pueblos americanos se afianzó como un proceso cultural abarcador de toda la estructura de sus sociedades. Así, se instauró el modelo occidental, esencialmente excluyente e ignorante de la existencia de una cultura ancestral, enriquecida en el tiempo por las prácticas en las diferentes esferas de la sociedad: la economía, la política y la cultura en todas sus manifestaciones, de pueblos originarios indígenas, de etnias africanas asentadas en América, como consecuencia de la oprobiosa esclavitud y su «Trata de Esclavos» y la de los nativos del Caribe.

Considerar a José Martí como precursor del pensamiento descolonial que se difunde en estos tiempos con fuerza enaltecedora de valores desde la filosofía de la liberación, es acertado, por su radicalismo revolucionario, sus principios y su visión de una América republicana con raíces ancestrales profundas. Es una epistemología desde el sur que hace referencia a la existencia de un pensamiento crítico en los colonizados que Martí fundamentaba en tesis como:

   «La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas». (Martí, 1975, .18)

Esencial pensamiento que mantiene plena vigencia y que es enriquecido con sus ideas acerca del rol que la juventud debía desempeñar cuando expresó:

   «Los jóvenes de América se ponen la camisa al codo, hunden las manos en la masa, y la levantan con la levadura de su sudor. Entienden que se imita demasiado, y que la salvación está en crear. Crear es la palabra de pase de esta generación». (Martí, 1975, p.20)

Con mucha claridad pudo adelantar que «(…) le está naciendo a América, en estos tiempo reales, el hombre real»(Martí, 1975, p.20), así, 27 años después se produjo en Córdova el definitivo nacimiento.

Un acercamiento al contexto en que se originó el movimiento estudiantil universitario que proclamó la Reforma Universitaria de Córdoba en 1918, no puede desligarse del reconocimiento del carácter clasista de la educación en general y de la educación universitaria en particular. Tampoco puede alejarse del criterio acerca de que la educación, a la vez que está condicionada por la sociedad, es condicionante de su devenir. Por lo que la Argentina y la América Latina de inicios del siglo XX, a pesar del proceso de liberación colonial que cien años antes se había producido, lastraba con ese pasado en que las élites de poder se formaban en sus universidades. Solo sus proles podían aspirar acceder a ellas, así reproducían las condiciones de vasallaje, explotación, miseria, racismo y exclusión, propias de una sociedad colonial, en tal sentido Mato (2016) refiere que:

   «Un siglo después, sabemos que las universidades y otros tipos de instituciones de Educación Superior (IES), sus bases éticas, políticas y epistémicas, como sus prácticas académicas, están marcadas por ese legado colonial y racista. Un siglo después, sabemos que si estas bases y prácticas no se revisan críticamente, continúan reproduciendo visiones de mundo, creencias y proyectos de futuro que actualizan la matriz colonial y racista». (p.36)

El referido autor se detiene en la comprensión explícita realizada por la Conferencia Regional de Educación Superior realizada en Cartagena de Indias en 2008 (CRES-2008), en su Declaración Final que reconoció la «(…) necesidad de afrontar estos dos problemas de manera conjunta, pues juntos constituyen uno de los grandes desafíos que afrontan las universidades latinoamericanas y más en general, para los sistemas de Educación Superior de estos países» (Mato, 2016).

Entonces, ¿qué contenido es necesario dar para un acercamiento al contexto actual relacionado con la continua reforma universitaria? Debe ser un contenido que tenga por objetivo la formación y el desarrollo de un pensamiento crítico. La universidad no puede desligarse de ese contenido, porque es fuerza estimulante para la penetración en profundidad del conocimiento sobre las causas y condiciones que propician el hecho de que los factores reales de poder se apoderen del escenario universitario.

Las bases teóricas de ese contenido encuentran su fuente primaria en un pensamiento filosófico propio que proporciona la gnoseología, la lógica y la metodología adecuadas para poder revertir los procesos formativos en las universidades; en función de hacer propuestas efectivas y eficaces para la transformación de la sociedad. Se refiere a la necesidad de un pensamiento filosófico descolonizador, que permite la reflexión en función de la práctica liberadora de los pueblos y naciones. Porque da la posibilidad de elaborar un pensamiento emancipador propio para vivir de manera diferente, enarbolando los valores de libertad y la justicia en su más profundo sentido humano. Es conocido que los poderes hegemónicos rechazan ese pensamiento crítico propio.

La universidad de estos tiempos está en el deber de enseñar en pensar, de desarrollar el pensamiento para disentir de la realidad que oprime. Es la universidad que está en el deber de formar revolucionarios en el sentido de que no acepten ni se adapten a la realidad, sino que la transformen con sus luchas por un futuro mejor.

Córdoba en 1918 repercutió en la juventud latinoamericana que enfrentaba la realidad asfixiante. En Cuba, el líder estudiantil Julio Antonio Mella, vivió en un momento crucial de la historia de América. Su interpretación de la realidad radicalizó su pensamiento y pudo plantear su liderazgo en ferviente compromiso con la acción a partir de las enseñanzas de Córdoba. Bebió de esa fuente que tuvo en Deodoro Roca, su primer ideólogo y como él, consideraba que la Universidad no podía estar al margen de la sociedad. En consecuencia fue un genuino intérprete del momento y ello le permitió «(…) advertir a tiempo que no podía haber una Universidad reformada en una república neocolonizada (…)» (Rodríguez, 1984, p.11).

En el artículo titulado: El concepto socialista de reforma universitaria, Mella (1928) considera «(…) si la reforma va a acometerse con seriedad y con espíritu revolucionario no puede ser acometida más que con un espíritu socialista, el único espíritu revolucionario del momento». Idea esencial que alerta acerca de la existencia de la ideología burguesa en el pensamiento reformista de la época; porque es consciente de que: «(…) Es en las universidades, en todas las instituciones de enseñanza, donde se forja la cultura de la clase dominante, donde salen sus servidores en el amplio campo de la ciencia que ella monopoliza»(Mella, 1928).

El liderazgo de ese pensamiento liberador en el Perú estaba representado en la figura de José Carlos Mariátegui, a quien con justeza Kohan (2011) considera que «(…) representa el vértice más alto del pensamiento marxista latinoamericano durante la primera mitad del siglo XX (…)» (p.13).

Mariátegui, en uno de sus ensayos acerca de la realidad peruana: La Reforma Universitaria Ideología y reivindicaciones, analiza el contexto regional en el que se desarrolló el movimiento por la reforma de la universidad en Córdoba, donde se gestó «(…) el nacimiento de la nueva generación latinoamericana. (…)» [que] aunque movidos a la lucha por protestas peculiares de su propia vida, parecen hablar el mismo lenguaje.» (Mariátegui, s.f., p. 14)

Tras su estudio acerca de las peculiaridades del movimiento reformista en diferentes países de América Latina concluye que:

   (…) como postulados cardinales de la Reforma Universitaria puede considerarse: primero, la intervención de los alumnos en el gobierno de las universidades y segundo, el funcionamiento de cátedras libres, al lado de las oficiales, con idénticos derechos, a cargo de enseñantes de acreditada capacidad en la materia. El sentido y el origen de estas dos reivindicaciones nos ayudan a esclarecer la significación de la Reforma. (Mariátegui, s.f., pp. 17-18)

En otro de sus ensayos Política y enseñanza universitaria en América Latina, se detiene en el análisis de la tutela oligárquica a las universidades y lo que ello ha significado en privilegios, burocratización académica, existencia de régimen de castas sin creatividad alguna y anquilosadas en el tiempo; entre otros males que el conservadurismo prevaleciente aportaba y a los cuales el movimiento estudiantil, promotor de la reforma, tenía que enfrentarse.

Otro grande de América Latina, Ernesto Guevara de la Serna, heredero de la juventud de Córdoba, con elevado sentido del momento histórico pudo hacer ver a la juventud universitaria de Cuba, desde los primeros momentos del triunfo revolucionario, la importancia de que la Universidad se pusiera a la altura de su tiempo.

En reflexiones acerca de la reforma universitaria, expuestas en fecha tan temprana como 1959, se refiere a que los «(…) sectores estudiantiles consideran como la peor palabra del mundo la intervención estatal o la pérdida de la autonomía. (…)»y en ese sentido (…) están olvidando los deberes revolucionarios, están olvidando los deberes contraídos en la lucha (…)» (Guevara, 1970, p.26)

Resulta entendible que la lucha por la autonomía universitaria es de menor importancia cuando el Estado está representado por un Gobierno Revolucionario al servicio de las grandes masas de pueblo beneficiarios de las grandes transformaciones de la nueva sociedad que se construye. Por tal motivo hay que lograr la marcha unida hacia lo esencial; porque la Universidad «(…) puede convertirse en un factor de retroceso si no se incorpora a las grandes líneas del Gobierno Revolucionario.»

Refiere acerca de experiencias existentes en la región, como la vivida por él en Guatemala durante los acontecimientos que llevaron al derrocamiento del gobierno democrático de Jacobo Arbenz, cuando la Universidad de Guatemala, partícipó activa en las luchas contra gobiernos despóticos y dictatoriales, por defender en ese nuevo contexto «(…) el derecho sagrado de un grupo de personas a decidir sobre asuntos fundamentales de la Nación, aun contra los intereses mismos de la Nación. (…)» (Guevara, 1970, p.27). Sirvió a intereses reaccionarios, interesados en la creación de un frente de lucha contrario al nuevo poder.

Para el contexto latinoamericano actual la experiencia existente es de elevada importancia. Por cuanto los gobiernos progresistas que, con el nuevo siglo se fueron afianzando con sus proyectos de sociedad dirigidas a saldar la deuda social originada por los desgobiernos instaurados durante más de 200 años de dominación oligárquica, al servicio de mezquinos intereses que nada han tenido que ver con los ideales de independencia, libertad y justicia de nuestros libertadores, están siendo atacados desde diversos frentes; entre ellos, desde las universidades.

En otras de sus reflexiones, el también conocido en el mundo como «El Guerrillero Heroico», en ocasión de aceptar el título de Doctor Honoris Causa otorgado por la Facultad de Pedagogía de la Universidad «Marta Abreu» de Las Villas expresó:

   (…) y ¿qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no solo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero, y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba (…). (Guevara, 1970, p.34)

Pensamiento coherente con los principios enarbolados en 1918 por los jóvenes argentinos. Eran tiempos que como en Córdoba, nuevamente la juventud, como polea propulsora que mueve las masas irredentas, se alistaba para construir la nueva historia de la patria, que debía ser con la convicción más profunda de que el desarrollo y el progreso de los pueblos hay que alcanzarlo desde la cultura y sus más diversas manifestaciones. Lo que incluye la ciencia, la técnica y la tecnología; lo que constituía un perfecto incentivo para que la nueva universidad se convirtiera en el combustible que echara a andar los motores de la Revolución en Cuba y en la América toda.

América Latina y la oleada privatizadora de la educación universitaria

Los peligros y vicios que la juventud de Córdoba avizoró y los llevó a pronunciamientos radicales en torno a la transformación de la universidad de la época, posibilitaron la toma de conciencia de las generaciones que dieron continuidad a ese legado y lo enriquecieron.

Cien años después, sobre la universidad latinoamericana se presenta una grave amenaza que hace peligrar su carácter innovador, estratégico, democrático, participativo y abierto, muy alejada de los servicios que debe prestar a la comunidad nacional y latinoamericana, la referencia es directa al neoliberalismo económico.

Esto en política viene acompañado del reaccionarismo extremo que estremece todas las bases teóricas y metodológicas de la universidad y posibilita que los grupos de poder hegemónico rediseñen sus bases conceptuales y la coloquen en función de sus intereses financieros, para desarticular su función social, cuya pertinencia siempre ha estado dada por lo que tributa a la formación, a la investigación y a la extensión para la satisfacción de las necesidades relacionadas con el desarrollo social local, nacional, y regional.

Noam Chomsky, destacado politólogo norteamericano, en observaciones realizadas sobre el tema acerca del asalto neoliberal a las universidades, aborda las maneras en que se ha ido produciendo el acercamiento del mundo empresarial al mundo universitario, absorbiéndolo.

Tal situación ha originado la precarización del profesorado en cuanto a sus condiciones de trabajo al desaparecer la carrera académica y existir la contratación temporal. La desaparición del contrato por tiempo de trabajo indeterminado libera al empleador de las obligaciones que genera la relación laboral. Esto afecta sensiblemente la seguridad jurídica de ese profesorado que ve quebrantado sus derechos al descanso, a las vacaciones, a la asistencia y seguridad social; entre otros beneficios alcanzados durante muchos años de lucha sindical intra y extramuros.

En cuanto a los jóvenes estudiantes, qué decir. Es sobre ellos que pende, la espada de Damocles, representada por la carga de la deuda que originan las matrículas, los préstamos para la adquisición de la base material de estudio, para satisfacer los costos de la beca, de la participación en eventos científicos, de la comunicación de los resultados científicos; entre otras necesidades que genera la propia gestión universitaria entre los estudiantes, lo que en muchas ocasiones, los obliga incluso a simultanear con el trabajo para poder costearse los estudios.

La comunidad internacional de naciones promueve los mecanismos que permiten alcanzar consensos para el enfrentamiento a las tendencias actuales, aunque los hechos «tan testarudos», permitan comprender la complejidad en que se mueve el entorno universitario, alejado en ocasiones de las realidades que viven los pueblos de la región.

Con vista a la preparación de la Conferencia Mundial sobre Educación Superior, se promovieron eventos previos de carácter preparatorio «(…) con el propósito de recoger los puntos de vista de las comunidades de académicos, directivos, grupos de la sociedad civil, entidades del gobierno y otros actores sociales sobre cuatro temas claves: relevancia, calidad, financiamiento y administración y cooperación (…)» (Rodríguez, 1998); no hay dudas que resulta un esfuerzo muy loable alcanzar unidad de acción en torno a la aplicación de políticas vinculadas a las universidades. Pero, resulta necesario destacar que entre esos cuatro temas claves a que se hace referencia, aparece el de la colaboración. Es público y notorio los esfuerzos que se hacen desde universidades que responden a intereses de grupos financieros de poder que con evidente carácter hegemónico, logran la colaboración de especialistas capaces de enrumbar su trabajo hacia el alcance de la relevancia y la calidad otros dos de los temas claves señalados que necesitan para monopolizar la prestación de los servicios educacionales universitarios. Por sí mismas ya tienen garantizados el financiamiento y la administración dada su naturaleza monopólica, por lo que la colaboración se convierte en el «ábrete sésamo» para alcanzar la relevancia y la calidad que los impulsa hacia el logro de sus fines lucrativos.

Las universidades latinoamericanas, comprometidas con las Reformas de Córdoba y con sus demandas esenciales, que en los nuevos contextos se actualizan, deberían abstenerse de colaborar con las universidades privadas nacidas de los Tratados de Libre Comercio (TLC), las cuales con elevado oportunismo tienden sobre la región sus tentáculos y espurios intereses para la recolonización de «Nuestra América».

La colaboración debe establecerse sobre la base de principios y valores compartidos en correspondencia con las principales tesis enarboladas desde Córdoba y con las exigencias aprobadas en el Congreso Internacional de la Educación Superior en 1998, que mantiene su plena vigencia.

La ingenuidad no puede prevalecer en circunstancias en que las pretensiones neoliberales se presentan como opción válida para la formación de profesionales de cara al mercado laboral y no en función de solucionar los problemas históricos que la universidad se ha planteado desde Córdoba.

Resulta muy elocuente que en la red de redes aparezca información como la que sigue: «El banco Santander encabeza la lista Global Fortune 500, de la Fundación Varkey en colaboración con la Unesco, que reúne a las primeras 500 empresas de todo el mundo medidas por los ingresos. (…)» y más adelante se añade que: «Detrás del Santander, las compañías que lideran el top ten de esta lista son IBM, Telefónica, Exxon Mobil, Target, GlaxoSmithkline, Microsoft, Toyota Motor, Rio Tinto Group, y Wells Fargo (…)» (García, 2015).

La existencia de una tendencia de penetración del mundo empresarial en el coto de la educación universitaria, es ya una realidad respaldada por las acciones propias que en todo el mundo desarrollan estas grandes empresas. Corresponde a los herederos de hace cien años de la Córdoba revolucionaria del siglo XX, elevar su voz y su acción para luchar por su transformación. Es el rol que corresponde a quienes deben resultar protagonistas en un coenaltecedor de virtudes del nuevo hombre americano del siglo XXI.

La historia de la educación en América Latina forma parte de la historia de sus luchas emancipadoras, que llega a los días presentes complejizada por la visión que acerca de la educación existe como resultado de su inclusión en los Tratados de Libre Comercio.

Así, «(…) los inversionistas y empresas encuentran en el libre comercio un camino que les permite establecer planteles escolares en otros países, asociarse con instituciones locales o incluso comprar universidades para formar consorcios internacionales» (Aboites, 2007). El propio autor señala que «La educación, en concreto, es uno de los servicios más «nobles» para los inversionistas, por su capacidad de desdoblarse en una inmensa cantidad de sub-servicios (…)» (Aboites, 2007).

Esa cantidad de sub-servicios, se muestran con nitidez en las acciones que desarrolla la banca privada, cuya máxima representación en América Latina la posee el grupo financiero español Santander al que se hizo referencia con anterioridad. Asume importantes inversiones en educación y ha logrado agrupar a 1216 universidades de 23 países de Iberoamérica, solo en México integra 415 universidades mediante Universia en el Grupo de Universidades Santander: la red de colaboración universitaria más grande del mundo» (Santander Universidades, 2013. (Tabla) Consciente de que «(…) La riqueza de hoy, capaz de inyectar un nuevo dinamismo a una economía mundial de capitalismo en crisis, está en gran parte en la educación (…)» (Aboites, 2007).

Tabla. Servicios que brinda el Grupo Financiero español Santander.

Grupo Financiero Santander

Acciones a favor de la educación

  • El mejor banco del mundo, y mejor banco en México, Reino Unido, Polonia, Portugal y Argentina por la revista Euromoney en 2012.

Universia: Líneas estratégicas:

  • Empleo. - Relación entre talento y empleo.
  • Conocimiento. - Motor de innovación, difusión del conocimiento.
  • Colaboración. - Vínculos entre universidades y empresa.
  • Futuro.- Universitarios como protagonistas del futuro”.
  • Más de 100 millones de clientes y 14,756 sucursales en todo el mundo y más de 190,000 empleados.
  • 1,125 sucursales en México.
  • El principal grupo financiero en España y en América Latina.
  • Presencia en diez mercados principales: España, Portugal, Alemania, Polonia, Reino Unido, Brasil, México, Chile, Argentina y Estados Unidos.
  • Más del 90% de la inversión en RSC está destinado a los programas de apoyo a la Educación Superior.
  • Más de mil millones de pesos para apoyos a la educación superior a través de los distintos programas del Plan de Apoyo a la Educación Superior.
  • 200 personas dedicadas a la universidad.
  • 164 convenios de colaboración.
  • 73 oficinas universitarias.

Plan de Apoyo a la Educación Superior (PAES):
1. Becas Santander, en México. Cada año otorga cerca de 63 000 becas. Posee un Programa con 14 modalidades de destino y objetivos.
2. Innovación y Emprendimiento, con apoyos para promover la innovación y la cultura emprendedora; comprende: Premios Santander a la Innovación Empresarial.
3. Tecnología y Servicios Universitarios, con apoyos para favorecer la incorporación de tecnología en la universidad; Ejemplos: patrocinio de más de 40 Aulas Inteligentes en distintas universidades de México; la tarjeta Universitaria Inteligente (TUI) y el Observatorio Tecnológico para la TUI.
4. Proyectos de Colaboración, diseñados conforme a las necesidades de cada universidad.
Ejemplos:

  • Existencia de más de 95 proyectos específicos en temas académicos, de infraestructura y vinculación.
  • Maestría en Banca y Mercados Financieros que se imparte con distintas universidades y el Banco Santander a nivel mundial.
  • Productos y servicios financieros:
    • Tarjeta de Crédito Santander Zero:
    • Super Cuenta Universitaria:
    • Súpernet Zero:
    • Beca Financiera Santander:
    • Crédito Educativo Santander:
    • Super Nómina Universidades
  • Banca de Instituciones especializada en el segmento universitario:
  • Gestión Santander especializada en el manejo y administración de Tesorerías, Fondos de Pensiones, Fondos y Cajas de Ahorro.

Fuente: Elaboración propia a partir de resumen del Marketing del referido Grupo Financiero en relación con los servicios que oferta para ampliar sus negocios. (Santander Universidades, 2013. [En Línea] http://www.ugc.mx/santander_universidades.pdf Fecha de consulta: 17 de abril 2018.

Este propio autor considera que con todo este accionar, el referido grupo financiero «(…) no sólo logra millones de clientes sino que crea la cultura de la nueva educación como campo esencialmente empresarial y privado» (Aboites, 2007).

El capitalismo genera desigualdad y el diseño de universidad que propone desde estos centros financieros, que a su vez responden a los centros hegemónicos de poder, es excluyente. Obliga a los estudiantes de pregrado y posgrado a solicitar los servicios que se ofertan como vía de endeudamiento, a la vez que genera una conciencia individualista por la competencia que prima entre los propios estudiantes para acceder a créditos que posibiliten obtener la base material de estudio mínima imprescindible, optar por becas, optar por premios, solicitar créditos, participar en eventos científicos y una vez graduados acceder al empleo.

Todo este accionar se complementa con el protagonismo que se asume para la evaluación de la calidad de la Educación Superior, debido a que en el caso del Grupo Financiero ejemplificado, que actúa en México como resultado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se regulan los mecanismos de evaluación, por lo que los gobiernos pierden soberanía con respecto a sus universidades al no poder decidir, como parte del diseño de las políticas públicas de formación de sus profesionales, acerca de los patrones de calidad a considerar para la evaluación de la educación universitaria.

Otra manifestación peligrosa para el desarrollo de la educación universitaria en la región de América Latina, muy relacionada con lo anterior y que se presenta al margen de las disposiciones emanadas de la política educativa de los Estados, violatoria incluso de lo dispuesto en documentos oficiales, reconoce que:

   «La educación superior transfronteriza también puede generar oportunidades para prestatarios deshonestos y de poca calidad, cuya acción debe contrarrestarse. Los proveedores espurios («fábricas de diplomas») constituyen un grave problema. La lucha contra esas «fábricas de diplomas» exige esfuerzos multifacéticos de ámbito nacional e internacional (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), 2009).

El cónclave hace referencia a las llamadas en México «Universidades Patito» y «Universidades Garaje», que se extienden sobre los países de la región.

A la universidad latinoamericana, inmersa en las problemáticas generadas por la ola reaccionaria de estos tiempos que bate sobre sus países, se le presentan retos para dar cumplimiento a los temas abordados en el Congreso de Educación Superior, que sin dudas forman parte de la reforma permanente de la universidad actual. Por ejemplo, uno de esos retos se refiere a «(…) autonomía y responsabilidad, libertades académicas, objetividad y rigor intelectual. Se señala que, «las libertades académicas de la Educación Superior y su amplia autonomía son esenciales para que las instituciones puedan desempeñar su misión» [y se indica que] «la autonomía presupone responsabilidades frente a la sociedad» (Rodríguez, 1998).

Hay que tener bien presente que no es autonomía para el libre arbitrio, es autonomía para impedir que intereses divergentes muy alejados de las realidades de esta América, se conviertan en fuente de vulnerabilidad y se obstaculice la función real de la universidad en cuanto a que sea pertinente y responda a su función social y en ello reside otro de los retos a plantearse y aparece declarado en el Artículo 6. Orientación a largo plazo fundada en la pertinencia de la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción:

   «La pertinencia de la educación superior debe evaluarse en función de la adecuación entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que éstas hacen. Ello requiere normas éticas, imparcialidad política, capacidad crítica y, al mismo tiempo, una mejor articulación con los problemas de la sociedad y del mundo del trabajo, fundando las orientaciones a largo plazo en objetivos y necesidades societales, comprendidos el respeto de las culturas y la protección del medio ambiente». (UNESCO, 1998)

Requisitos todos que se convierten en una utopía, cuando de intereses financieros se trata. Son intereses que originan una de las fuentes de la exclusión universitaria como manifestación de la exclusión social. La ausencia de recursos financieros para acceder a los estudios universitarios constituye un aspecto esencial que afecta la nueva visión de la educación superior que en el artículo 3 c) acerca de la Igualdad de acceso, refiere que: «(…) el rápido y amplio incremento de la demanda de educación superior exige, cuando proceda, que en toda política de acceso a la misma se dé preferencia al planteamiento basado en los méritos (…)» (UNESCO, 1998)

La juventud universitaria en el planteo de sus reivindicaciones actuales, no puede divorciarse de la agenda de luchas de las amplias masas. El movimiento estudiantil, el movimiento obrero y el movimiento campesino deben en apretado haz, hacer causa común para enfrentarse a la tiranía del neoliberalismo y no puede ser enarbolando las banderas de la autonomía universitaria y el cogobierno planteadas en Córdoba en 1918.

El contexto actual es bien diferente, existe una agenda extremadamente reaccionaria dirigida a retrotraer la conciencia unitaria de los pueblos en América, alcanzada en los últimos 15 años, en que se dieron importantes pasos de acercamiento entre pueblos latinoamericanos. Precisamente en Argentina, con Néstor Kirchner y otros líderes progresistas, se logró derrotar el plan de Washington sobre la creación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

La verdadera participación popular desde la democracia, exige la unidad en el planteo de las demandas para mejorar la sociedad toda. Son banderas de lucha que se izan y exigen de la presencia de las universidades. No se puede caer en la trampa de que, a nombre de la autonomía, la juventud universitaria se aleje del pueblo del cual forma parte.

Si los postulados esenciales de las Reformas de Córdoba en 1918 tuvieron como centro la intervención de los alumnos en el gobierno de las universidades y el funcionamiento de las cátedras libres, junto a las oficiales, con iguales derechos,: ¿Cuál será la autonomía universitaria que podrán exigir los estudiantes subordinados a los intereses de los factores reales de poder, dueños de las universidades privadas nacidas con los Tratados de Libre Comercio (TLC)?, ¿Cómo se materializará el cogobierno?. La respuesta es clara y ya se hizo referencia a la concepción que el Che Guevara tenía al respecto en su encuentro con universitarios cubanos en 1959: no puede efectuarse al margen de las luchas reivindicatorias de la sociedad toda.

Las mentes más preclaras de la juventud que aprendió de Córdoba en 1918 y se pusieron al frente de las luchas por la Reforma Universitaria en sus respectivos países, siempre comprendieron que ese movimiento era portador de un contenido latinoamericanista muy vinculado al contexto político y social de los pueblos y en consecuencia formaba parte de un «(…) proceso revolucionario más profundo y mayor: el que debería liberarnos de la coyunda imperialista y producir en nuestras tierras las transformaciones de fondo que las encaminarían cada una por su propia senda hacia el socialismo» (Rodríguez, 1984).

Se viven momentos de apología derivados del contexto en que se desenvuelve la región, como resultado del retroceso de algunas fuerzas de izquierda. La arremetida de la derecha neoliberal mediante su bombardeo ideológico, a nombre de la democracia y al servicio del imperialismo; criminaliza la política y promueve los llamados golpes de estado en nuevas versiones, en las que el caos y la violencia se origina y se alimenta incluso hasta con la participación de estudiantes. Por tales razones, las universidades deben convertirse en bastiones inexpugnables de la lucha por la unidad e integración latinoamericana.

La reforma universitaria debe ser permanente para marchar al ritmo que le proporciona el propio desarrollo de la sociedad. Es la pertinencia que debe poseer la universidad para que responda a las necesidades de la sociedad en que se encuentra enclavada. En su artículo El concepto socialista de la Reforma Universitaria, Mella(1928) expresó: «Luchamos por una universidad más vinculada con las necesidades de los oprimidos, por una universidad más útil a la ciencia (…)» (p.456), por ello La Reforma Universitaria de Córdoba y su legado latinoamericano mantiene plena vigencia.

 

CONCLUSIONES

El estudio de las causas y condiciones que generaron los acontecimientos relacionados con la Reforma Universitaria de Córdoba en 1918, ha constituido un proceso de extraordinario interés; porque proporcionó elementos necesarios y suficientes para la comprensión de un hecho histórico de trascendental importancia, con repercusión para América Latina y el mundo.

El eco del movimiento revolucionario del estudiantado universitario de Córdoba, hizo posible que la lucha por las reivindicaciones de los estudiantes universitarios fuera asimilada en su máxima expresión, como reivindicaciones de toda la sociedad por lo que la transformación de la universidad, debía ser fruto de las transformaciones de la sociedad actual.

El legado de la juventud de Córdoba mantiene plena vigencia y su actualización en correspondencia con el nuevo contexto, exige de inteligencia y espíritu unitario para enfrentar los nuevos retos que impone la ola neoliberal, la cual acompañada por una extrema derecha insaciable, no escatima recursos de ningún tipo para ahogar en sangre las protestas. En consecuencia urge desenmascarar a los agresores y desarrollar conciencia para construir una nueva universidad al servicio de la sociedad.

 

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Julio Jesús Sierra Socorro