Revista Mendive, abril-junio 2018; 16(2):330-333

 

Reinaldo Acosta Medina: maestro de maestros

 

Reinaldo Acosta Medina: Teacher of teachers

Nelson Riesgo Páez1, Daysi Sánchez Riesgo2

1Centro Universitario Municipal de San Cristóbal. Artemisa. Cuba. Correo electrónico: nelson@uart.edu.cu
2Centro Universitario Municipal «Hermanos Sainz Montes de Oca» Los Palacios. Cuba. Correo electrónico: daysi@upr.edu.cu

 

El maestro Reinaldo, como cariñosamente le llamábamos, nació el 6 de septiembre de 1922 en la calle Manuel Landa (final) en el municipio de Pinar del Río, en el seno de una familia obrero-campesina. Falleció el 16 de junio del año 1996. Pasó toda la etapa correspondiente a la niñez y la adolescencia en el campo; vino del surco y su padre le enseñó desde pequeño la paciencia del cultivo del tabaco.

Su padre, Luciano Acosta Hernández, natural de Consolación del Sur. Su madre, Sara Medina natural, de Pinar del Río. De ellos recibió una educación y una crianza esmerada. La vida en el campo en aquella época era muy dura y desde pequeño contribuyó al sustento del hogar. Su familia trabajaba en el tabaco, pero este valía muy poco, era una etapa muy difícil, de muchas necesidades. A los 15 años trabajaba regando postura de tabaco en una escogida por 40 centavos a la semana, dinero que ahorraba para comprar sus materiales escolares y su uniforme. Desde niño mantuvo una dedicación constante ante el estudio y el trabajo. Tuvo la suerte de tener muy buenos maestros, los que le formaron conocimientos muy sólidos que le acompañaron durante toda su vida y le permitieron transmitirlos a varias generaciones. En el año 1940 matricula en la Escuela Normal para Maestros de Pinar del Río y se gradúa en el año 1944.

Al graduarse obtiene una plaza por oposición en una escuelita rural ubicada en el Barrio Mayarí de la finca Santa Isabel en el municipio de San Cristóbal. Este lugar se encuentra a 12 kilómetros al sur de la cabecera municipal, por ello tenía que hacer el recorrido a pie o a caballo, pues no existía otro medio de transporte; en ese momento la entrada al lugar había que hacerla desde Candelaria.

El día 10 de octubre, los vientos huracanados del recordado ciclón de 1944 tumbaron la escuela y las casas de los campesinos de la zona; fue una de las experiencias más duras que le tocó vivir. Inmediatamente se dio a la tarea de levantar un aula en el mismo lugar. Después de levantar el aula comenzó las clases con 50 alumnos de todos los grados hasta el quinto. En ese curso tuvo una promoción superior al 90 %. Su labor social en aquellos momentos adoptó algunas variantes: visitas a padres y vecinos para dar charlas sobre educación para la salud, recogida de muestras para hacer análisis de heces fecales a los alumnos, realización de escuelas de padres y amigos de la escuela, gestión y entrega de letrinas sanitarias a los vecinos del lugar. Enfrentó la epidemia dejada por el ciclón haciendo análisis, vacunando y entregando medicamentos según los requerimientos.

Al concluir su primer año de trabajo tuvo resultados satisfactorios en todos los aspectos de su bregar pedagógico, por ello alcanzó el primer lugar en el escalafón municipal y obtuvo en propiedad el aula de cuarto grado de la escuela primaria de varones de la cabecera municipal. En esta etapa comienza su labor científica al realizar un experimento en el aula sobre aspectos de ortografía y vocabulario en cuanto a: empleo de las reglas ortográficas, el mejor empleo del fichero ortográfico y el prontuario, el perfil ortográfico individual y colectivo, entre otros. Para ello utilizó los requerimientos de las ciencias pedagógicas de la época. Sintió la necesidad de investigar a sus alumnos para resolver los problemas que presentaban en esta disciplina, por ser este un aspecto de gran importancia en la escritura, la comunicación y el desarrollo del individuo.

En el año 1946 ocupó el cargo de director técnico docente del colegio privado «José Martí» y después de director del colegio «San Cristóbal» donde impartió la asignatura Español en los grados de 5to al 8vo; confeccionaba cuadernos de trabajo sobre ortografía para cada uno de los grados con el objetivo de facilitar su aprendizaje. Al siguiente año se incorporó al Partido del Pueblo Cubano Ortodoxo, como presidente de los profesionales universitarios en el territorio.

En el año 1948 adquirió, con otro compañero de trabajo, la escuela privada «José Martí» donde alternaba las sesiones con la enseñanza pública. La responsabilidad que tenía en la misma era muy grande ya que él era el director técnico y trabajaba en los grados superiores la asignatura Español, para la que confeccionaba cuadernos de trabajo para cada uno de los grados con un aventajado enfoque didáctico. En las vacaciones trabajaba en la preparación de estudiantes para ingresar a la Escuela Normal, Escuela de Kindergarten, Instituto de Segunda Enseñanza y Escuela del Hogar.

Otro aspecto relevante del quehacer pedagógico de Reinaldo en este período fue la creación, en 1948, de la Cátedra Martiana en el municipio de San Cristóbal donde desarrolló una ardua labor en la propagación del ideario martiano, tan necesario en la época en que se vivía. Realizó jornadas martianas y desfiles martianos, con la colaboración de sus alumnos recaudaron fondos para mandar a hacer el busto a las madres que está ubicado en el parque. Se preocupó por la formación cultural de una pléyade de jóvenes en diversas manifestaciones artísticas, los que han dejado su impronta en la consolidación de la identidad sancristobalense. Como director del colegio promovió las siguientes actividades culturales: tertulias literarias, artes visuales, creó la banda rítmica de la escuela y la banda de la escuela primaria superior, siempre haciendo hincapié en la orientación martiana y creó un periódico que se le llamó RIN-QUIN-CAN. En esta etapa colaboró también con diversos artículos a la programación de la emisora territorial CMAC.

Como maestro fue un comunicador excepcional, que influyó en varias generaciones que tuvieron proyección provincial y nacional. Entre esas figuras se destacó Juan Hernández Díaz (Juanito), maestro de profesión que alcanzó su desarrollo bajo la égida del maestro; en la emisora local se hizo locutor, narrador y llegó a ocupar cargos de dirección a nivel nacional en el ICRT; Víctor de Armas, escritor, locutor, actor de teatro, ocupó cargos a nivel provincial y municipal en el campo de la cultura y tuvo el privilegio de escribir el Himno de San Cristóbal; José Luis Pérez, músico y compositor, abrió su capacidad musical a través del arte que le había enseñado el maestro; Eumelio Calzada Valverdi, psicólogo, comunicador por excelencia, cultivador de una diversidad artística que ha puesto en práctica con diferentes grupos de este municipio.

Su amor por la prédica martiana y su desacuerdo con la situación política y social reinante en el país lo hicieron ser de los primeros en nuclearse a las filas del Partido del Pueblo Ortodoxo y fue presidente de los profesionales universitarios miembros del partido en el territorio.

En enero de 1951 recibió el premio Maestro más eficiente. Se opuso al golpe de estado del 10 de marzo de 1952 y, a partir de ese momento, su labor pedagógica se une a la labor política; escribía en el periódico del Colegio de Maestros de San Cristóbal, en el que desempeñaba cargos de dirección, escribía artículos que condenaban al falso poder instaurado en el país y un boletín mensual que tuvo como nombre «Compañero», así como trabajó en un programa radial que sostuvieron en la emisora local CMAC. Se identificó con los moncadistas y ofreció un apoyo total a dicha causa, inmediatamente comenzó a trabajar en la clandestinidad: transportaba propaganda revolucionaria, material subversivo desde Pinar del Rio hasta San Cristóbal, vendía bonos del M-26-7 y contribuía con una cuota mensual para la causa, además donó alimentos enlatados para la guerrilla en las montañas de la provincia.

Fue director de la Escuela Primaria Superior Mixta desde 1954 hasta 1959. Con la alborada de enero de 1959 continúa su obra pedagógica al servicio de la Revolución cumpliendo satisfactoriamente con la nueva política educativa que se puso de manifiesto a partir de ese año y en septiembre de 1959 ocupa el cargo de inspector escolar de la enseñanza primaria en el municipio de san Cristóbal.

En 1960 ve la luz su primera publicación fruto de muchos años de trabajo: La Enseñanza de la Ortografía, la cual dota a los maestros de la enseñanza primaria de un obligado referente teórico práctico. En el año 1961 participó en la campaña de alfabetización. Dos años después ocupa el cargo de Inspector Técnico provincial de Español de la Enseñanza Secundaria y escribe las memorias de la Campaña de Alfabetización en el territorio.

En el año 1969 trabajó como funcionario en el Ministerio Nacional de Educación, como profesor en la facultad de pedagogía de la Universidad de La Habana, Inspector Técnico Regional de Español en la enseñanza Secundaria Básica y escribe la Historia de la Educación en San Cristóbal.

En los años 1962-1978 contribuyó a la formación de los metodólogos jóvenes desde la teoría y la práctica y a la formación de los profesores de español. Desde 1978 hasta su jubilación ocupó el cargo de secretario docente de la escuela Formadora de Maestros Primarios «José Licourt Domínguez» en San Cristóbal. En 1981 participó en el evento de pedagogía provincial con el trabajo «Raíces Martianas de la pedagogía revolucionaria».

En el año 1981 publicó el libro Proyecciones del Ideal Martiano y en 1984 recibió el grado científico de Candidato a Doctor en Ciencias Pedagógicas.

En el período comprendido de 1980-1990 tuvo varias publicaciones:

· En el periódico provincial Guerrillero hace referencia a Martí, a los educadores y a la historia de nuestra patria.

· Libro: Tras las huellas de Martí.

En el año 1990 creó la Liga de Estudios Martianos en San Cristóbal y en 1996 publicó el libro Ortografía. Remediar Acentuación.

En 1992 participó como invitado en el Evento Internacional Pedagogía. En 1994 se presentó en el Evento Pedagogía con su Investigación «¿Cómo estudiar a José Martí?» y en el año 1996 se presentó en el Evento Pedagogía Internacional con la investigación «Diccionario del pensamiento de José Martí».


 

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